Por: Jorge Maldonado Díaz
Como una acción precipitada, así es como calificaron los diputados del Congreso Local el anuncio del regreso a clases de manera presencial obligatorio a partir del próximo lunes en Nuevo León.
Los legisladores rechazaron tajantemente la decisión del mandatario estatal y del Consejo de Seguridad de la salud al considerar que no existen garantías para obligar a los menores a que acudan a los planteles educativos.
Luis Susarrey Flores, diputado del PAN dijo que el regreso debe de ser progresivo y a criterio de los padres de familia.
“Es una medida precipitada. Qué bueno que se fomente el que regresemos de forma gradual a las clases, pero depende de cada plantel”.
“No se puede aplicar una regla de manera general, porque la circunstancia es distinta en cada plantel”, expresó.
La diputada panista Paola Coronado, aseguró que en la actualidad no hay condiciones y mucho menos seguridad para que los menores vayan a las aulas.
“Aunque estamos a favor del regreso a clases de los niños, porque es necesario para ellos, tenemos que garantizarles que sea un regreso seguro y hay muchas escuelas que no están en buenas condiciones y muchos niños no tienen la vacuna”, añadió.
Consuelo Gálvez, presidenta de la Comisión de Educación del Congreso y coordinadora de la fracción de Nueva Alianza, señaló que los niños tienen derecho a tener un espacio seguro y con todos los servicios para acudir a estudiar.
Sin embargo, recalcó que en la actualidad hay escuelas que ni siquiera cuentan con los servicios básicos.
Y que por tal motivo debería de ser el padre de familia el que tiene la decisión final sobre los menores.
“No se puede obligar a los padres de familia a llevar o mandar a sus hijos a clases, hay niños también que están en condiciones vulnerables en materia de salud y no pueden ir a la escuela”.
“Lo ideal es que se mantenga el esquema híbrido, porque no están los niños con sus vacunas y es un riesgo también para los maestros que no tienen el refuerzo en su esquema de vacunación”, expresó.