Monterrey, NL.- Los sueños no cuentan los cromosomas y ser una persona con Síndrome de Down no ha representado un obstáculo para Fátima, quien junto con su mamá ha desarrollado una microempresa denominada «Postres y Pay’s Faty».
En el marco del Día Internacional de las personas con Síndrome de Down, además de seguir adelante con sus metas, Fátima Cortés González y su mamá, Socorro González González, vecinas del municipio de Apodaca, buscan generar conciencia y visualizar que pese a atravesar una pandemia, se puede salir adelante.
Alegre mientras prepara algunos de sus postres, Faty comentó que busca con su ejemplo, el apoyo de su mamá y su familia, pueda inspirar a otras personas a conseguir sus objetivos, por lo que invitó a la comunidad en general a seguirla en sus redes sociales, Postres y Pay’s Faty en Facebook y en el whatsapp 81 21 46 22 08 y así puedan probar sus deliciosas creaciones.
Aunque Fátima de 18 años ha cursado su educación hasta la secundaria en escuelas regulares, también se ha encontrado con personas que incluso de forma inconsciente le han dado un trato diferente, por lo que también buscan generar conciencia sobre la inclusión y el potencial de estás personas especiales.
«Tenemos un año que iniciamos en un proyecto de la UANL, pero con la pandemia no se pudo y luego seguimos con cursos en línea con Karina Ramirez y Sonia López, chefs de repostería. Pusimos primero una cafetería, pero no le gustó a Faty y decidimos hacer algo de repostería», señaló la vecina de Privalia Huinalá en Apodaca.
«Son pays gurmet que están hechos con mucho amor, dedicación y paciencia, además de tener ingredientes de primera calidad. Como emprendedoras nos preparamos y apoyar a las mamis de niños especiales para que sepan que sí se puede salir adelante y que podemos hacer un emprendimiento con ellos y verlos a ellos que sí se puede», agregó.
El Día Mundial del Síndrome de Down, es un día defindo por la Asamblea General de las Naciones Unidas asignado el 21 de marzo, que se conmemora todos los años a partir de 2012, es por ello que insisten en aportar su esfuerzo y proyecto para generar una mayor inclusión de personas con Síndrome de Down.
«Nos falta educación inclusiva que no se note, hay que darles la oportunidad que ellos aprendan. Nos sentimos muy orgullosas y agradecemos a Dios cada día que Fatima está en nuestra vida», destacó la madre de familia.