La baja altura de los cables de energía, que pendían de un poste,  provocaron que el vagón, transportado en un tráiler, los jalara y el poste cayera sobre este.

El vagón solo estaba protegido por plástico y era llevado a los talleres de Metrorrey. La dependencia no ha emitido información oficial si el vagón sufrió daños.

Los hechos ocurrieron en la avenida Aztlán, entre las calles Apolo y Cabezada en Fomerrey 112, área que fue cerrada a la circulación vial.