Por: Jorge Maldonado Díaz
Para garantizar entornos libres de ruido excesivo para las personas con hipersensibilidad auditiva debido a la condición del espectro autista, la bancada de Movimiento Ciudadano del Congreso Local impulsará una iniciativa para reformar la Ley Ambiental del Estado.
La diputada Rocío Maybe Montalvo Adame, dijo que su propuesta busca que los municipios establezcan protocolos específicos para atender la contaminación acústica que afecta especialmente a personas con autismo, luego de documentarse que más del 70 por ciento de ellas padecen hipersensibilidad auditiva que puede generar crisis sensoriales, ansiedad y dolor físico ante ruidos fuertes.
“En Nuevo León, miles de familias viven con el problema del ruido excesivo ocasionado por lo que comúnmente se llama ‘vecinos ruidosos’, que son quienes de forma reiterada ponen música a volumen excesivo durante el día o la madrugada”.
“Para las personas con autismo esto no es una simple molestia, ellas experimentan los sonidos cotidianos de manera amplificada y hasta dolorosa, lo que puede desencadenarles crisis de ansiedad, estrés postraumático e incluso episodios de bloqueo sensorial. El ruido excesivo para ellos es una forma de violencia sensorial que vulnera sus derechos humanos», indicó.
La iniciativa se sustenta con datos de la Organización Mundial de la Salud que revelan que el ruido en zonas urbanas de Monterrey frecuentemente supera los 55 decibeles recomendados, afectando especialmente a personas con condiciones sensoriales. Además, organizaciones como Autism Speaks México han documentado cómo la exposición constante a ruidos fuertes puede desencadenar crisis nerviosas en personas con autismo.
“Actualmente las leyes no contemplan medidas específicas para proteger a este sector vulnerable. La densificación de las colonias, los edificios de departamentos y zonas comerciales mezcladas con áreas residenciales, nos ha generado un entorno donde los niveles de ruido superan con frecuencia los límites recomendados por la OMS”, dijo.
El proyecto establece tres cambios fundamentales, cambia el límite de ruido en horario nocturno, de 50 a 45 decibeles como lo recomienda la OMS, que los municipios den prioridad a atender denuncias por ruido que afecten a personas con autismo y establece arresto administrativo de 36 horas en caso de no cesen el ruido, luego de 30 minutos de haber sido contactado por la autoridad, así como capacitación para policías municipales en neurodiversidad e hipersensibilidad sensorial.
Finalmente, recordó que más de 1 por ciento de la población en Nuevo León está dentro del espectro autista
De aprobarse la reforma, Nuevo León sería pionero en América Latina en legislar sobre protección sensorial para personas con autismo.