Varios migrantes que esperan en un campamento improvisado en la frontera sur fueron perseguidos y azotados por agentes del orden que custodiaban la zona a caballo. ⁠



Entre las ciudades Del Río y Acuña, la situación es cada vez más grave no solo por la cantidad de personas que continúan llegando, sino también porque los que están allí arriesgan sus vidas cruzando el río para conseguir comida.