Por: Jorge Maldonado Díaz
El llanto desgarrador de una mujer de pronto irrumpió la tranquila noche en la colonia San Bernabé octavo sector en el municipio de Monterrey.
Simplemente no daba crédito a qué la persona tirada en la calle cubierta con una sábana sin vida era su hijo Brayan de tan solo 17 años de edad.
El joven había pedido prestada una motocicleta deportiva, junto con otra joven de 17 años la usaron para participar en una rodada junto con otros motociclistas.
En el trayecto, la pareja de jóvenes se quedó atrás del grupo.
Para tratar de alcanzarlos aceleraron la moto, sin saber que el destino les tenía ya preparados una terrible tragedia
Los jóvenes de 17 años se dirigía a gran velocidad y en la avenida Aztlán cruz con Heliotropo, una camioneta les salió al paso sin hacer alto.
Brayan, quien conducía, trató de evitar el choque, pero sus esfuerzos fueron en vano, la motocicleta deportiva chocó de lleno contra la camioneta.
Por lo fuerte del golpe, la pareja de jóvenes salieron proyectados varios metros hasta quedar en el piso.
Mientras que el conductor de la camioneta, en vez de brindar ayuda a los lesionados, prefirió evadir a la justicia y se dió a la fuga, dejando abandonado el vehículo.
Paramédicos de la Cruz Roja llegaron a la escena en cuestión de minutos para brindar ayuda.
De inmediato corrieron con Brayan a quien declararon muerto, tras checar que ya no tenía pulso.
Después se fueron a revisar a la joven también de 17, está aún respiraba por lo que inmediato fue trasladada a un hospital de la localidad en dónde los pronósticos son reservados, ya que se debate entre la vida y la muerte.
El lugar del accidente fue acordonado, para que el Ministerio Público realizara su trabajo.
Finalmente llegó el momento más difícil de la noche, mientras el cuerpo de Brayan era levantado para ser llevado al anfiteatro, a unos cuantos metros, una mujer lloraba y gritaba porque en un abrir y cerrar de ojos perdió a su hijo de tan solo 17 años.