A su paso por Bahamas, el huracán envuelve a su territorio con una estela terrible de destrucción.
Considerado el más intenso que se ha formado en el mundo este año, alcanzó el máximo en la categoría de Saffir-Simpson, (que llega hasta 5) este domingo, poco antes de impactar la islas Ábaco, en el noreste del archipiélago.
Pese a tocar tierra, el ciclón continúo intensificándose y la fuerza de sus vientos a las 21:00 GMT del domingo llegaban a los 297 km/h, según el Centro Nacional de Huracanes (CNH, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
Dorian se estaba moviendo a una velocidad muy lenta: apenas 7 km/h, lo que implica que sus potenciales daños serán mayores, dado que los fuertes vientos permanecerán sobre los mismos lugares por más tiempo.
Esto, según el CNH, puede conducir a una «destrucción extrema».