Monterrey, NL.- La Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) cuenta con un espacio único en su tipo en México: el Área de Investigación Musical para Ciegos y Débiles Visuales.
En esta área de la Facultad de Música se traducen las partituras al sistema de escritura y lectura Braille, además se enseña musicografía para apoyar a estudiantes con ceguera y debilidad visual.
El espacio ha salido adelante gracias a la iniciativa y el trabajo de la recién egresada de la Licenciatura en Música, Angélica Bretón Morán. Este proyecto tiene impacto a nivel nacional y también es referente en el plano internacional.
Solo hay otra institución educativa en el mundo con una tarea similar a la de la UANL; se trata del Berklee College of Music de Boston, Massachusetts, en Estados Unidos.
Este proyecto que inició en un cubículo de biblioteca, ahora cuenta con un área dotada con tres computadoras, una mesa para clases y un teclado. El siguiente paso es que se institucionalice para consolidar y ampliar esta labor.
“Me gustaría que se convierta en una fuente de empleo digno y formal para personas con y sin discapacidad en igualdad de condiciones, porque este proyecto es una estatua de oro que ya está hecho”, argumenta Angélica, quien padece amaurosis congénita de Leber, enfermedad causante de su discapacidad visual.
Dos proyectos en paralelo
Mientras la joven de 24 años de edad comenzaba a desarrollar el Área de Investigación Musical para Ciegos y Débiles Visuales en la UANL, emprendió la búsqueda de universidades que hicieran la misma labor en otros lugares del mundo.
Hasta que, a mitad de su licenciatura, por medio de una amiga, se contactó con Marcela Bastida, una chica mexicana con discapacidad visual que estudia música en Berklee College of Music. Dialogaron acerca de su trabajo y coincidieron en que realizaban tareas similares en sus instituciones.
“Eran ideas que ya estaban hechas, pero no nos conocíamos. Posteriormente, nos dimos cuenta que ellos empezaron después que nosotros, aunque ya están reconocidos y es un trabajo; y nosotros -por el momento- somos un voluntariado”, comentó la pianista Angélica Bretón.
Con el paso de los años, cada vez son más los jóvenes que, con alguna discapacidad visual, empiezan a llegar al Área de Investigación Musical para Ciegos y Débiles Visuales de la UANL, para incorporarse a una de las opciones técnicas o profesionales que oferta la Facultad de Música.
Esto se debe, de acuerdo a Bretón, a que poco a poco se corre la voz del trabajo realizado. El proyecto ha tenido tanta repercusión que incluso gente de universidades de Colima, Ciudad de México, Tamaulipas, San Luis Potosí y Baja California, entre otras del país, les han solicitado ir a sus instituciones para replicar este modelo educativo.