Los Ángeles, California. – Las calles del centro de Los Ángeles vivieron este domingo su tercer día consecutivo de protestas masivas contra las redadas migratorias encabezadas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), en medio de una creciente tensión social, arrestos y el despliegue de la Guardia Nacional ordenado por el presidente Donald Trump.
De acuerdo con el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD), al menos 6 mil personas se congregaron en diferentes puntos de la ciudad para manifestarse, y aproximadamente 2 mil tomaron la autopista 101, bloqueando el paso vehicular en dirección norte. Las autoridades desalojaron a los inconformes con gas lacrimógeno y municiones no letales, y declararon la protesta como una “asamblea ilegal”.
La situación se tornó más crítica cuando el LAPD reportó “varias personas arrestadas” en la zona del Centro Cívico, sin detallar cifras exactas ni nacionalidades. Sin embargo, se confirmó que entre los detenidos se encuentran ciudadanos mexicanos, según reportes preliminares obtenidos por autoridades consulares.
La respuesta federal incluyó el despliegue de la Guardia Nacional, lo cual fue calificado como una “escalada peligrosa” por la exvicepresidenta Kamala Harris, originaria de California, quien denunció la maniobra como parte de la “agenda cruel” del presidente Trump.
A su vez, 22 gobernadores demócratas emitieron una declaración conjunta condenando la decisión de movilizar tropas sin coordinación con las autoridades estatales. En la misma línea, el gobernador de California, Gavin Newsom, exigió al Departamento de Defensa retirar a la Guardia Nacional y devolver el control de las fuerzas al estado.
“La ciudad no necesita estar bajo asedio”, dijo la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, quien responsabilizó a las acciones federales de generar un “caos intencional”..
Toque de alerta en Los Ángeles
El Departamento de Policía se declaró en “alerta táctica”, lo que implica que todos los oficiales del LAPD están disponibles para actuar ante cualquier eventualidad. La protesta frente al Centro de Detención Metropolitano, donde se concentran muchos migrantes arrestados, fue disuelta tras una advertencia de un minuto para dispersarse.
Donald Trump, por su parte, endureció el tono desde Washington: “Los Ángeles será liberado. Se restablecerá el orden, los inmigrantes indocumentados serán expulsados”, afirmó en un mensaje dirigido a su gabinete, en el que pidió tomar “todas las medidas necesarias” para frenar lo que llamó “una invasión migratoria”.