Por: Jorge Maldonado Díaz

Monterrey, N.L. Ante las restricciones implementadas durante el fin de semana en Nuevo León, este sábado las aglomeraciones en el centro de la ciudad de Monterrey desaparecieron.

Los establecimientos simplemente cumplieron con las acciones al mantener cerrados, solamente algunos restaurantes y tiendas de conveniencia abrieron.

En la Plaza Comercial Morelos el principal pasaje a donde acuden todos los fines de semana la ciudadanía lucio solo en la mayor parte del día.

Solamente algunas personas caminando de manera apresurada se podían observar a lo largo y ancho de este lugar.

Elementos de Protección Civil desde muy temprana hora se presentaron en el lugar y comenzaron a ponerle cinta a las bancas para impedir que la gente se quede en el lugar a sentarse un momento.

Ni siquiera los puesteros ubicados sobre la avenida Juárez y Padre Mier se instalaron ante el temor de ser sancionados por las autoridades.

El constante patrullar de los elementos de Fuerza Civil y de la Policía de Monterrey se podía ver sobre todo el primer cuadro de la ciudad.

Algunos establecimientos del Mercado Juárez se atrevieron a abrir sus puertas, sin embargo, la afluencia de personas era poca o casi nula.

El cierre de establecimientos también impacto en el transporte público, ya que las unidades que comúnmente iban llenas de personas, ahora lucían semi vacías.

Incluso en la Estación  del Metro Cuauhtémoc una de las que registran el mayor número de pasajeros, en esta ocasión fue diferente.

Eran contadas las personas que había en el lugar y la gente al subirse a los vagones encontraba asiento fácilmente.

Trabajadores de un restaurante que solo ofrecía solamente servicio a domicilio dijeron que la afectación era mucha, ya que desde las nueve de la mañana que abrieron, hasta las tres de la tarde, solamente habían vendido una sola comida.

“Está muy complicada la situación, solamente llevamos una sola comida vendida en el trabajo decidieron no cerrar para no afectar a los empleados, pero si esto sigue así, no habrá más remedio que cerrar”, señalo Eduardo Torres, un trabajador de un restaurante ubicado sobre la Plaza Morelos.

Los pocos establecimientos que se atrevieron a retar a las autoridades, con tristeza vivieron en carne propia la escases de clientela a pesar de que la época decembrina comenzó.