La gobernadora de Nueva York, en Estados Unidos, Kathy Hochul, declaró estado de emergencia para once condados debido a una «gran tormenta» de nieve.

Las fuertes nevadas del jueves que azotaron partes del oeste del estado persistirán hasta el viernes, cuando lo peor de la tormenta potencialmente histórica puede provocar la caída de árboles y daños a la propiedad.

Según las autoridades, entre los condados que afectarán las nevadas se encuentran Buffalo, Watertown, Erie, Genesee y Niágara, donde se pronostica la caída de más de 12 centímetros de nieve por hora.

Los servicios meteorológicos advierten que los vientos podrían superar los 55 kilómetros por hora, siendo propicios para condiciones de ventiscas, y causarán cierres de vías, cortes de electricidad y daños a las viviendas.

Por esta razón, Hochul instó a los ciudadanos a evitar trasladarse innecesariamente hacia las regiones afectadas por la tormenta de nieve.

El Departamento de Transporte neoyorquino anunció el cierre de ocho carreteras, así como el despliegue de más de 3.000 supervisores y operadores que responderán ante cualquier incidente.

El Centro de Predicción Climática de EE. UU. calificó el fenómeno meteorológico como potencialmente histórico para ese condado neoyorquino y advirtió que podría ser tan peligrosa como la tormenta de nieve de noviembre de 2014 que cobró la vida de 20 personas en la región de Buffalo.

Además de Nueva York, los avisos de nevadas se han extendido al noroeste de Pensilvania y el nordeste de Ohio, con avisos de tormenta invernal en el sur y oeste de Michigan, y el norte de Wisconsin.

Una combinación casi invernal de viento y lluvias heladas es posible en el oeste de Texas mientras el frente frío sigue avanzando desde las Planicies. Los meteorólogos esperan temperaturas por debajo de siete grados Celsius, que se percibirán más intensas debido al viento.