Hoy, hace apenas 426 años, nació la ciudad capital de la industria mexicana: Monterrey, y para festejar y honrar a sus fundadores, el Gobierno municipal cerró con broche de oro la conmemoración con una Guardia de honor y una Sesión Solemne de Cabildo.
El Presidente Municipal, Luis Donaldo Colosio Riojas, encabezó junto con integrantes del Ayuntamiento, y representantes de los tres poderes y del Gobierno Estatal, una Guardia de Honor en el Obelisco de la ciudad, donde se colocó una ofrenda floral y el cronista Leopoldo Espinosa Benavides, leyó la carta de fundación.
MEDALLA AL MÉRITO DIEGO DE MONTEMAYOR
Más tarde, en Cabildo, el Edil otorgó tres medallas al Mérito “Diego de Montemayor” edición 2022, a los ciudadanos Carlos Bremer Gutiérrez y Yolanda Santos de Hoyos, además a la asociación civil Buscadoras de Nuevo León.
“Quiero agradecer y reconocer públicamente a nuestros tres galardonados, a Buscadoras de Nuevo León, a la señora Yolanda Santos, al señor Carlos Bremer, porque su labor durante muchos años, cada quien en su nicho, es digna de reconocer, de aplaudir, de difundir, para que más personas podamos seguir su ejemplo porque sus acciones han trascendido incluso, las fronteras de nuestra ciudad, y el impacto de sus acciones va mucho más allá de beneficios a corto plazo, son ya parte de un legado que tiene esta ciudad”, afirmó Colosio.
A excepción del tiempo más severo de la pandemia por el Covid, durante 39 años, en cada aniversario de la ciudad se reconoce a personas o instituciones por haber realizado una labor relevante de servicio a la comunidad de Monterrey en actividades sociales, científicas, empresariales, artísticas, culturales, asistenciales, académicas, de combate a la delincuencia, seguridad y fomento de mejores condiciones de vida, deportivas o de voluntariado.
En el aniversario 40 de la instauración de esta medalla, Yolanda Santos agradeció la distinción y se comprometió mientras tenga fuerza y salud, a seguir trabajando por el prójimo, porque “Necesitamos un México más próspero y con menos sufrimiento”, dijo.
Debido a que el empresario Carlos Bremer se encuentra fuera del país, recibieron el reconocimiento sus hijos Marcelo y Paulina, quienes destacaron la convicción de su padre de tender la mano a quien lo necesita.
Finalmente, en representación de Buscadoras de Nuevo León, María Luisa Castellanos López, afirmó que el amor a sus seres queridos desaparecidos hizo posible el reconocimiento y refrendó que seguirán sumando personas que quieran colaborar para seguir buscando.
“Hacer, construir, sumar y nunca rendirse hasta encontrarlos” finalizó.
Cabe destacar que, en beneficio de las labores que realiza Buscadoras de Nuevo León y otras organizaciones destinadas a localización de personas desaparecidas, ayer el Congreso aprobó en Pleno la iniciativa que presentaron la regidora Tania Partida y el Presidente Municipal, el pasado 16 de mayo.
Con ello se reforma la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, para establecer los mecanismos necesarios para la búsqueda de niñas, niños, adolescentes y mujeres, por lo que ahora los propietarios de las pantallas electrónicas publicitarias deberán donar tiempo para colocar anuncios de búsqueda.
CIUDAD HEROICA
En la misma sesión, Colosio Riojas declaró a Monterrey como “Ciudad Heroica”, luego que en mayo pasado la Asociación Nacional de Cronistas de Comunidades y Ciudades Mexicanas, A.C. avaló a esta capital por ser el lugar de salvaguarda de la soberanía nacional en la batalla de 1846, como un justo reconocimiento a sus ciudadanos que la defendieron de la invasión de Estados Unidos.
Con esta declaratoria, se realizará una placa conmemorativa, una ceremonia protocolaria para su develación, y el nombre de Monterrey figurará en el registro nacional de Ciudades Heroicas de México junto a otras 46 que conforman el Patrimonio Cultural en este rubro.
La sultana del norte, como se le denomina a Monterrey, comenzó su historia en la época prehispánica.
Cronistas afirman que la ciudad estaba habitada por un grupo de etnias que al llegar los españoles les nombraron “rayados”, “borrados” o “pintados” porque solían decorar su cuerpo con pinturas de colores.
Era un grupo indígena seminómada y hay evidencia de que radicó en lo que ahora es la zona metropolitana; se dedicaban a la caza y pesca y las condiciones del clima era lo que los obligaba a emigrar.
La ciudad fue fundada tres veces. La primera ocurrió en 1577, por parte del sacerdote portugués Alberto del Canto. En esa época se establecieron dos asentamientos que no progresaron.
Posteriormente en 1582, Luis Carvajal y de la Cueva fue el primer colonizador de esta ciudad con el asentamiento denominado San Luis Rey de Francia.
Años más tarde, en 1596 se dio la fundación definitiva a cargo de Don Diego de Montemayor, quien puso el nombre de Ciudad Metropolitana de Nuestra Señora de Monterrey en honor al virrey de la nueva España, también conocido como Conde de (Monterrey) Galicia Don Gaspar de Zúñiga y Acevedo.
Las primeras actividades de los 34 pobladores fueron el cultivo de la tierra, la cría de ganado y la minería.
En 1612 se desató en la región un temporal de lluvia que arrasó con los pocos jacales y pertenencias de los habitantes de esta ciudad, por lo que tuvieron que asentarse en la antigua Plaza Real, hoy Zaragoza.
Martín de Zavala hijo sucedió a su padre como Gobernador y delimitó la ciudad que colindaba con Coahuila, hasta que cobraron importancia haciendas como las de Guadalupe, San Pedro y Santa Catarina.
A partir de 1684 el comercio estuvo estancado por más de 200 años, hasta que se repoblaron las villas de la región, se implementaron aduanas y se impulsó la actividad económica para contrarrestar el contrabando.
De ahí, siguió un crecimiento que tiene a esta ciudad en el lugar que ocupa hoy en materia de industria, de trabajo y de esfuerzo.