«Ahora hay pruebas consistentes de que Ómicron se está propagando de una manera significativamente más rápida que la variante Delta», dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en una sesión informativa con medios en Ginebra.
Y advirtió que es más probable que las personas vacunadas o recuperadas de Covid-19 puedan infectarse o reinfectarse».
«En algunos casos, eso significará cancelar o postergar eventos», justificó. «Pero un evento cancelado es mejor que una vida cancelada. Es mejor cancelar ahora y celebrar después que celebrar ahora y sufrir después. Ninguno de nosotros quiere estar aquí en los siguientes 12 meses».
La variante Ómicron resulta más agresiva por lo que se requiere el refuerzo inmunológico a personas con menores defensas, informó la científica jefe de la OMS, Soumya Swaminathan.
Swaminathan dijo sin aportar detalles que «por supuesto es un reto, muchos de los monoclonales no funcionarán con Ómicron», al referirse a un tratamiento para personas con la enfermedad,
«Aunque estamos viendo una reducción de los anticuerpos de neutralización, casi todos los datos muestran que las células T permanecen intactas, que es lo que realmente necesitamos», expresó el experto de la OMS Abdi Mahamud.
Aunque las defensas de anticuerpos de algunos cursos se han visto mermadas, existe la esperanza de que las células T, el segundo pilar de la respuesta inmunitaria, puedan prevenir la enfermedad grave atacando a las células humanas infectadas.
Los científicos de la OMS tiene la esperanza de que en el 2022 se termine con el desarrollo de vacunas de segunda y tercera generación, tratamientos antimicrobianos y otras innovaciones.
«(Esperamos) consignar esta enfermedad de una forma relativamente leve, que se pueda prevenir fácilmente, que se pueda tratar fácilmente (…) y que se pueda hacer frente fácilmente a esta enfermedad en el futuro», dijo Mike Ryan, el principal experto en emergencias de la OMS.
«Si podemos mantener la transmisión del virus al mínimo, podremos poner fin a la pandemia», agregó.
Sin embargo, Tedros también dijo que China, donde se detectó por primera vez el coronavirus del SARS-CoV-2 a fines de 2019, debe estar dispuesta a aportar datos e información relacionados con su origen para ayudar a la respuesta en el futuro.
«Tenemos que seguir hasta que conozcamos los orígenes, tenemos que presionar más porque debemos aprender de lo que pasó esta vez para (hacerlo) mejor en el futuro», afirmó.