Monterrey, NL.-
MENSAJE A LA COMUNIDAD 23 de mayo de 2021
“LA VIDA DE LA IGLESIA, EL ESPÍRITU SANTO”
La solemnidad de Pentecostés, con la que concluimos el tiempo de Pascua, es la fiesta que nos recuerda el inicio del peregrinar misionero de nuestra Iglesia Católica.
Somos una Iglesia siempre en salida, buscando cumplir con la encomienda de evangelizar a todos los pueblos, llevando el mensaje de Cristo hasta los últimos rincones de la Tierra.
Es por eso que esta celebración debe fortalecer en nosotros la gracia recibida en el bautismo, haciendo fructificar los dones del Espíritu Santo con los que hemos sido bendecidos.
Somos una gran familia, en la que la diversidad de dones y carismas recibidos nos dan la oportunidad de poder complementarnos unos con otros, buscando siempre sumar esfuerzos en la caridad y en el servicio, haciendo presente el Reino de los cielos en medio del mundo.
Nos corresponde a cada uno, conforme a su misión y vocación, dar lo mejor de sí, en ningún momento menospreciar a nadie, ya que todos somos parte integral del Cuerpo de Cristo y como tal debemos comportarnos.
Hoy quiero felicitar a todos los miembros de nuestra Iglesia, ya que su entrega y dedicación son testimonio de alegría en la fe. Agradezco a quienes participan en los grupos parroquiales, apostólicos y misioneros, a los religiosos y religiosas, consagrados y consagradas, a mis hermanos sacerdotes y obispos, todos y cada uno son pieza clave en el crecimiento de esta Iglesia que peregrina unida en la fe, siempre en comunión con el Papa Francisco, con su magisterio y el de la Iglesia Católica.
Invito a todos los fieles a que juntos elevemos nuestra acción de gracias por este gran acontecimiento, la llegada del Espíritu Santo, que marca el camino de nuestra fe y la expansión de la Palabra de Dios en todo el mundo.
Asímismo, deseo animar a todos los estudiantes y maestros que están por retomar de forma presencial sus actividades escolares, el próximo 31 de mayo, para que analicen cómo han favorecido las formas con las que se ha tenido que trabajar hasta este momento, evaluando beneficios y distractores, con la finalidad de fortalecer los aspectos positivos y aprovechar al máximo lo que resta del ciclo escolar.
Finalmente, quiero pedirles me incluyan en sus oraciones para que juntos agradezcamos a Dios el Don con el cual me ha bendecido al permitirse ser su pastor.
Dios mediante el próximo jueves 27 de mayo, fiesta de Jesucristo, Sumo y Eterno Sacerdote, celebraré la Misa de acción de gracias por mis XXV años de ordenación episcopal, ya que fue en esta fiesta litúrgica cuando recibí la ordenación en la diócesis de Tacámbaro, aunque por ser una fiesta movible, hace 25 años fue un 30 de mayo.
Será en la Basílica de nuestra Señora del Roble, Patrona de nuestra Arquidiócesis, en donde me reuniré con Obispos y Sacerdotes para celebrar esta fiesta.
Como todavía estamos con muchas restricciones, en cuanto al aforo permitido en las Iglesias, no será posible el que puedan participar todos los fieles laicos, pero les invito a que se unan por medio de las redes sociales de la Arquidiócesis a esta celebración que se transmitirá ese mismo día a las 5:00 p.m.
Dios nos conceda, en un futuro no muy lejano, que podamos reunirnos y hacer una celebración en la que puedan participar todos los miembros de nuestra Iglesia. Les agradezco su comprensión y sus muestras de afecto en la oración.
Mons. Rogelio Cabrera López
Arzobispo de Monterrey