Impulsa al campo a través de la ciencia

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Monterrey, N.L. Hay una tarea fundamental que realiza la Universidad Autónoma de Nuevo León para apoyar los proyectos de la pequeña y mediana empresa que se desarrollan en el campo: la extensión agropecuaria, que está vinculada directamente con la investigación científica.

Pocas veces se dimensiona el impacto que genera la Máxima Casa de Estudios al poner al servicio de la comunidad el conocimiento y la tecnología que se generan en sus laboratorios y aulas; y en el sector agrícola y ganadero ha sido muy evidente el beneficio de conectar la investigación con la solución de problemas reales.

“La Universidad tiene una serie de proyectos dentro de la esfera de responsabilidad social, en la que se involucran los ejes de educación, investigación y extensión agropecuaria.

“Contamos con tres centros para hacer esta vinculación: el Centro de Desarrollo Ganadero (Vallecillo), el Centro de Agronegocios (Escobedo) y el Centro de Investigación de Producción Agropecuaria (CIPA- Linares) y en todos ellos se realizan actividades de investigación de tipo aplicada, para la solución de problemas de los ganadores y los agricultores”, apuntó el doctor Ramón Guajardo Quiroga, Secretario de Desarrollo Agropecuario de la UANL.

Ciencia aplicada en el sector agropecuario

Sin duda, los productores del estado ven en la UANL la oportunidad de poder desarrollar sus proyectos que con dificultad pueden cristalizar solos por diversos motivos; la institución les ofrece un apoyo de recursos humanos de alto nivel y la aplicación del conocimiento que generan sus investigadores. Todo puesto al servicio de la comunidad y sin fines de lucro.

“La Universidad en cada programa les demuestra a los agricultores y ganaderos que la tecnología que generamos es útil para ellos, bajo sus condiciones. En el CIPA, por ejemplo, hacemos investigación de ganado bovino, ovino y caprino.

“En el caso del ganado bovino, hemos ganado importantes premios. En 2017 por primera vez en la historia de México un toro nacido y crecido en México ganó el Campeonato Mundial de la raza Simbrah, es el toro Tigre Supremo, que nació y creció en el CIPA de Linares, y ese toro llamó la atención a nivel nacional e internacional y mucha gente puso los ojos en la Universidad”, compartió Guajardo Quiroga.

Pero, advirtió el titular de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, el objetivo principal de la Universidad no es la obtención de los premios en este tipo de certámenes –aunque ayudan al posicionamiento institucional–, sino apoyar a los ganaderos con material genético de alta calidad a través de la investigación que realizan sus científicos.

“Y de esa manera podemos ayudar a los ganaderos para que con una inversión mínima de menos de mil pesos puedan tener -y que nace en sus ranchos- una cría de gran valor genético, que se adapta a sus condiciones para mejorar el ganado de su rancho; considerando que no tienen 100 mil a 150 mil pesos, que es lo que cuesta adquirir un animal de esa calidad genética”.

Este proyecto de mejorar la genética de estas especies le ha permitido a la UANL incrementar la demanda de servicios como es la inseminación artificial y el trasplante de embriones.

“Y lo estamos haciendo porque la genética que se genera en la UANL ya está distribuida en todo el país e incluso fuera de México, ya que han salido animales para Centroamérica, así como embriones y semen.

“Otra forma de impactar directamente a la comunidad desde nuestros centros de investigación es a través de nuestros estudiantes, quienes aprenden los procesos para trabajar el material genético, utilizando la tecnología, y llevan el conocimiento adquirido a la práctica con los ganaderos de la región y del país”, expresó Guajardo Quiroga.

Actualmente estas prácticas se están replicando en otras entidades de México, hasta donde acuden los profesores de la UANL a ofrecer cursos de capacitación en la materia, como son los ganaderos y agricultores de Zacatecas, Durango, San Luis Potosí y Oaxaca, por mencionar algunos estados.

Cursos y capacitación constantes

El doctor Ramón Guajardo Quiroga compartió que los agricultores y ganaderos se acercan a la UANL por ser una institución en la que van a encontrar respuesta para continuar con sus proyectos de negocio orientados en el campo.

“Vienen los productores a tomar los diferentes cursos que ofrecemos de manera permanente. Afortunadamente disponemos aquí de algunos dormitorios para recibirlos y se pueden quedar hasta una semana para capacitarse.

“Esto lo hacemos frecuentemente, hay personas que nos piden apoyo a través de sus asociaciones ganaderas o Secretarías de Desarrollo Agropecuario de los diferentes sectores en donde la UANL es muy reconocida, porque saben que les ayuda y apoya porque es parte de su responsabilidad social con el sector”, continuó.

El directivo universitario insistió en que a través de los centros de investigación con los que cuenta la Máxima Casa de Estudios se diseñan cursos muy específicos, para resolver problemáticas muy precisas, como puede ser en apicultura, plantas forrajeras del desierto, plagas, agostadero para la alimentación del ganado o cualquier inconveniente que dificulte la actividad agropecuaria.

La planta académica y los cuerpos de investigación de las facultades involucradas en el tema agropecuario al interior de la UANL son de los más fortalecidos, puesto que cuentan con el grado de doctor y pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores.

“Podemos garantizar que a los productores agrícolas y ganaderos de nuestra región les estamos acercando a investigadores altamente capacitados para solucionar sus diferentes problemas”, insistió Guajardo Quiroga.

Esta capacitación y cursos, por motivos de la pandemia, se están llevando a cabo de manera virtual en comunidades como Lampazos, Anáhuac, Bustamante, Sabinas y China, Nuevo León. Anterior a esta crisis de salud por el virus del COVID-19 tuvieron oportunidad de ofrecer tres cursos sobre el procesamiento de higo en Coahuila, y que se impartieron a productores de Torreón, Saltillo y Monclova.

“El asunto finalmente es hacerles llegar a los productores, agrícolas o ganaderos, la tecnología adecuada para la solución de sus problemas y resolver sus necesidades; así es como el impacto del conocimiento se hace evidente en las comunidades», puntualizó el Secretario de Desarrollo Agropecuario de la UANL, Ramón Guajardo Quiroga.