San Pedro Garza García, Nuevo León, 3 de agosto 2020.- En el semestre de Primavera 2020, obtuvo uno de los reconocimientos como Alumna Distinguida del Bachillerato Internacional de su generación en la Prepa UDEM Unidad San Pedro, para lo cual tuvo que desarrollar mayores habilidades académicas, mientras continuaba la actividad para su proyecto Tehueke, un grupo filantrópico que busca beneficiar al pueblo tarahumara.
A Gala Zazueta Monroy le tocó vivir tanto la última parte del pasado semestre como la graduación a la distancia por la contingencia sanitaria, pero le entusiasma que, a partir del próximo ciclo, será alumna de la Licenciatura en Derecho de la Universidad de Monterrey.
“Definitivamente, el Bachillerato Internacional es un reto que requiere de mucho tiempo, dedicación y esfuerzo; por lo tanto, este reconocimiento me hace sentir muy orgullosa, ya que simboliza el fin de una etapa de mi vida muy significativa, llena de aprendizajes, desarrollo de habilidades y, por supuesto, de nuevos amigos”, expuso.
La alumna de la UDEM comentó que tuvo que enfrentar un reto personal para aspirar a la distinción, ya que se considera una estudiante muy inquieta: desarrolló las habilidades de la concentración y la introspección.
El Bachillerato Internacional los preparó para los exámenes finales durante dos años, pero cuando la pandemia canceló lo programado fue una decepción para el alumnado, aunque el equipo docente guio, animó y apoyó a las y los jóvenes para que los aprendizajes se reflejaran en el componente de cada materia.
“En cuanto a la graduación fue diferente: no era lo que esperaba, pero en lo personal me pareció muy gratificante el haberla tenido, aunque fuera en línea; siempre intenté verlo desde una perspectiva positiva y eso me ayudó a sentirme sumamente agradecida con mis padres y los recursos que la Prepa nos ofreció durante el proceso”, indicó.
Gala afirmó que la UDEM la deja con muchos aprendizajes, ya que, como institución, “además de ser excelente académicamente, te enseña una serie de valores que te ayudan para desarrollarte mejor como persona”.
“El que más me ha marcado es la solidaridad, ya que no solo me explicaban lo que era y su importancia, también lo predicaban los maestros con su ejemplo, igual que los directores y orientadores de la UDEM, (…) eso me ha facilitado acercarme a las personas para genuinamente ofrecerles mi apoyo, como la UDEM siempre lo ha hecho conmigo”, explicó.
Para la exalumna de la Prepa UDEM, estudiar en esta casa de estudios fue la mejor decisión que pudo tomar y la ha inspirado en cada ocasión a ser una mejor versión de sí misma, porque el valor agregado que tiene la institución son sus valores.
“En lo personal, estos han fortalecido en mí la motivación de querer hacer un esfuerzo mayor que tenga un fin colectivo: me ha hecho aferrarme más a mi compromiso de que la educación que recibo no es solamente mía, sino de todos aquellos que no tienen acceso a ella”, expuso.
IMPLEMENTAR LO EQUITATIVO
La alumna de la UDEM estudiará la Licenciatura en Derecho porque piensa que le ayudará a explorar y desarrollar habilidades que no solo le sirvan en lo laboral, sino para su vida personal, y tener la oportunidad de tener una preparación para poder defender a quienes no tienen los recursos para hacerlo.
“En México, he sido testigo de múltiples injusticias que se llevan a cabo diariamente; sinceramente, estas situaciones son las que más me enojan, pero el enojo que siento es uno que me impulsa a hacer un cambio, a encontrar la manera de implementar lo equitativo: es justo aquí donde encuentro una de mis grandes motivaciones”, manifestó.
AYUDAR A SUS AMIGOS TARAHUMARAS
Gala lleva una relación con la comunidad tarahumara desde sus primeros recuerdos debido a sus ancestros, orgullosamente; su abuela materna, Ernestina Castillo, vive en Pitorreal, un pueblo entre Creel y El Divisadero.
Desde pequeña, pasaba los veranos en casa de doña Ernestina, pintando piedras que recolectaba con sus amigos tarahumaras; con el paso de los años, se percató de algunas diferencias entre ella y el resto de las y los niños: cargaban con sus hermanas bebés y comían con hambre cuando su abuela salía con algún alimento para obsequiarles, a veces preguntándoles si sus padres seguían tomando mucho tesguino, una bebida alcohólica que ellos elaboran.
“Así fue como yo me fui dando cuenta de una injusticia muy grande que existía entre ellos y yo; poco a poco me fui informando, preguntándole a mis padres, mi abuela, mis tíos y decidí que quería apoyarlos dentro de mis posibilidades, en ese momento los de una niña de 12 años”, relató.
Tehueke es un grupo filantrópico que apoya a la mujer y al niño tarahumara, que Gala formó en 2014 y, aunque no tiene un registro oficial, ella lo define como un grupo formal que tiene actividad con el apoyo de su abuela, su madre, Yadel Monroy; y su hermana, Yadel Zazueta.
“Desde el principio tengo muy claro el valor de la transparencia y creo que es algo fundamental para que la gente siga apoyando y donando a la causa por la cual estás luchando; es por esto que, después de cada verano, enviamos un video explicando detalladamente lo que se logró con los fondos que se recolectaron”, apuntó.
A lo largo de seis años, Tehueke ha reunido y donado a la comunidad tarahumara despensas, ropa, juguetes, sándwiches y bolsas de dulces; en algunas ocasiones, paquetes y útiles escolares, libros y pintura.
Gala tiene en la mira crear un programa de oportunidades para los tarahumaras que los apoye principalmente con su educación, en busca de abrirles un camino hacia sus sueños y que no caigan en el alcohol, las drogas u otros vicios comunes que existen dentro de las comunidades.