San Pedro Garza García.- Para que un autor pueda plasmar en papel los mundos que habitan en su mente, es necesario un poco de talento, pero en mayor medida la disciplina. Dos egresados de la Universidad de Monterrey podrán cristalizar sus obras gracias a que fueron reconocidos por la prestigiosa beca literaria otorgada por CONARTE.
Marco Antonio Alcalá y María Fernanda Sánchez, ambos egresados de la carrera de Estudios Humanísticos y Sociales de la UDEM, fueron dos de los ganadores que anunció el Centro de Escritores de Nuevo León en 2019. Ésta consiste en un estímulo económico de $50 mil pesos y asesoría por parte del escritor Julián Herbert.
El objetivo de este centro es guiar a los becados para que logren terminar el proyecto con el que concursaron. El caso de Marco es con un conjunto de ensayos literarios que nombró “Diatribas”, mientras que Fernanda trabajará en un cuento llamado “El arquero”.
“Yo lo que propuse es, básicamente, una serie de ensayos que parten del principio de la diatriba, del ataque apasionado a través de la argumentación y otros recursos, pero de ciertas ideas preconcebidas, ciertas creencias que pueden parecer como de sentido común. Entonces mis ensayos son en contra de cosas que uno podría dar por sentado; todos se llaman ‘Contra… algo’, ‘Contra la originalidad’, ‘Contra el individuo’, etc”, explicó Marco sobre su proyecto.
En tanto, su compañera Fernanda comentó que “El arquero”, historia que la hizo ganar, ha estado en su vida por los últimos 10 años. Los también profesores de la Preparatoria Unidad San Pedro comentaron que la mentoría que llevarán les ayudará a disciplinar su trabajo y lograr que se concrete.
“Escribir creativamente tiene absolutamente nada que ver con la inspiración, es totalmente disciplina, es cosa de ser un ermitaño en la cueva. Y los lunes salir para platicar con los otros ermitaños (sobre nuestros trabajos) y que con el paso del tiempo se produzca algo”, señaló Marco.
“La dinámica que se está dando en los talleres está muy padre, la verdad. Todas las personalidades suman, y ninguno se siente como que quiera robar protagonismo o imponerse. El mismo coordinador es muy abierto, se ha creado un ambiente de confianza y él nos dice que el taller literario es como una terapia de grupo, porque todo mundo escribe algo que lo mueve y, usualmente, ese factor es el dolor, por lo que eventualmente vamos a tener que compartir cosas muy personales”, compartió Fernanda.
El Centro de Escritores de Nuevo León 2019 tiene una duración de 10 meses y al final los becarios tendrán que presentar su proyecto literario terminado, el cual Marco y Fernanda esperan publicar en un futuro.