El huracán Milton, de categoría 3, impactó la costa oeste de Florida la tarde de este miércoles, tocando tierra cerca de Siesta Key, en el condado de Sarasota.
Con vientos sostenidos de 193 kilómetros por hora (120 mph) y una presión central de 957 milibares, el meteoro ha causado estragos en todo el estado, informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC).
Aunque Milton había mostrado señales de debilitamiento antes de llegar a tierra, el huracán se expandió, generando efectos devastadores en una vasta área de Florida. Los fuertes vientos y lluvias torrenciales provocaron inundaciones en varias zonas, mientras que marejadas ciclónicas amenazaron a las comunidades costeras.
Previo al impacto directo del huracán, una serie de tornados dejó un rastro de destrucción en el condado de St. Lucie, con pérdidas humanas y materiales.
Las autoridades locales confirmaron «varias muertes» debido a los tornados, siendo la comunidad de Spanish Lakes Country Club una de las más afectadas. Sin embargo, aún no se ha precisado el número exacto de fallecidos.
El director de la División de Gestión de Emergencias de Florida, Kevin Guthrie, informó que aproximadamente 125 viviendas fueron destruidas, muchas de ellas casas móviles habitadas principalmente por personas mayores.
El gobernador Ron DeSantis señaló que se emitieron 116 alertas de tornados, con 19 confirmados, lo que complicó aún más la situación en medio del embate de Milton.
Además, más de medio millón de personas han quedado sin electricidad, según informes oficiales, lo que ha agravado las condiciones de emergencia para miles de residentes. Equipos de socorro y emergencia siguen desplegados en las zonas más afectadas, mientras las autoridades instan a la población a permanecer en refugios y seguir las indicaciones ante los riesgos de inundaciones y tornados adicionales.
Aunque Milton ha comenzado a perder fuerza mientras avanza por el interior del estado, su categoría de huracán se mantendrá durante las próximas horas, y sus efectos destructivos podrían extenderse hasta la mañana del jueves, de acuerdo con el NHC. Las autoridades continúan en máxima alerta, monitoreando la situación mientras el huracán sigue su trayectoria hacia el centro de Florida.
La población afectada deberá extremar precauciones ante las lluvias intensas y la posibilidad de inundaciones repentinas en las zonas más vulnerables, un fenómeno que podría prolongarse por varios días.