La canciller de México, Alicia Bárcena, expresó la “disposición” de su Gobierno para ayudar en lo que haga falta a Ecuador tras el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio, y afirmó que permanecerán “atentos” ante cualquier revelación sobre el móvil del crimen.
“Todavía es muy temprano, en este momento estamos a disposición de lo que el Gobierno de Ecuador necesite”, dijo Bárcena en declaraciones a la prensa a la salida del centro de pensamiento Atlantic Council, de Washington, donde está de visita oficial.
La canciller recalcó que “no hay ninguna evidencia” de la participación de cárteles mexicanos en el asesinato, pero aseguró que desde el Ejecutivo mexicano estarán “atentos”.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, afirmó en su rueda de prensa matutina en el Palacio Nacional que “no hay elementos” que sostengan la versión de que el Cártel de Sinaloa estuviera detrás del asesinato de Villavicencio y Pidió no hacer conjeturas en torno a este magnicidio.
“No, no tenemos esa información y sí me llama la atención que de inmediato empiezan a repartir culpas de manera muy sensacionalista, muy poco seria, muy poca responsable, en autoridades y medios de información”, dijo el mandatario federal.
Villavicencio, un periodista de 59 años que era candidato para las elecciones del 20 de agosto, recibió varios disparos el miércoles cuando salía de una escuela de la capital, donde había encabezado un acto días después de denunciar amenazas de un líder criminal ligado al Cártel de Sinaloa.
El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, apuntó al crimen organizado por el ataque contra el candidato, quien el 31 de julio había reportado amenazas de José Adolfo Macías Villamar, alias “Fito”, identificado como líder de Los Choneros, grupo con nexos con el Cártel de Sinaloa.
Durante una charla en el Atlantic Council, Bárcena explicó que habló con su homólogo ecuatoriano, Gustavo Manrique Miranda, para expresar sus “condolencias”.
Bárcena recordó que México ya ha vivido situaciones similares, como ocurrió en 1994 cuando el candidato presidencial Luis Donaldo Colosio fue asesinado tras un mitin en Tijuana.
La canciller lamentó que “la falta de seguridad” es un problema en “toda la región”, y advirtió de que “la polarización política” tampoco es buena.