Ante la actividad del volcán Popocatépetl, que permanece en Amarillo Fase 2, algunas personas se mantienen en alerta por la posible caída de ceniza en la Ciudad de México.
La ceniza volcánica está formada por partículas producidas por la fragmentación de las rocas durante las erupciones y tienen un tamaño menor a 2 mm.
Durante una erupción volcánica la ceniza puede permanecer en el aire durante varios días o incluso semanas, dependiendo de la fuerza y duración de la erupción, así como de los patrones de viento.
Las partículas más pequeñas pueden ser transportadas por corrientes de aire a grandes distancias antes de caer al suelo, mientras que las partículas más grandes pueden caer más cerca del volcán.
Las condiciones meteorológicas, como la velocidad y dirección del viento, pueden afectar la dispersión y deposición de la ceniza volcánica. Por lo tanto, es necesario realizar un seguimiento de los informes y recomendaciones de las autoridades locales y expertos en el campo durante eventos volcánicos u otros eventos que puedan generar cenizas en el aire.