El cuadro clínico del Papa Francisco “mejora progresivamente” tras su operación del miércoles por una hernia abdominal y el posoperatorio procede con normalidad, pudo levantarse y pasar la mañana sentado en un sillón y retomó su trabajo, según el parte médico comunicado este viernes por el Vaticano.
“El Papa Francisco descansó durante la noche. El equipo médico informa de que el cuadro clínico mejora progresivamente y el posoperatorio es normal. Después del desayuno, Su Santidad comenzó a moverse y pasó la mayor parte de la mañana en un sillón. Esto le permitió leer los periódicos y retomar su trabajo inicial”, se lee en el comunicado vaticano.
Francisco transcurrió su segunda noche tranquila en el hospital Gemelli de Roma, tras la operación que tuvo que ser necesaria para evitar una oclusión intestinal y en la que se le retiraron algunas adherencias y se le colocó una malla en el abdomen.
En la tarde del jueves se comunicó que Francisco se había alimentado “con una dieta líquida. Los parámetros hemodinámicos (que estudia la circulación sanguínea) y respiratorios son estables. La evolución del posoperatorio es normal”.
El Papa pasa su tercer día ingresado en el apartamento pontificio de la décima planta del hospital romano y se desconoce aún cuántos días permanecerá ingresado.
El doctor Sergio Alfieri, quien le operó, explicó que para este tipo de operaciones se necesitan de 5 a 7 días de hospitalización, pero dijo que hay que tener en cuenta que el Papa tiene 86 años.
Varios médicos han indicado que tras el posoperatorio, el Papa tendría que reducir su actividad y guardar reposo al menos un mes, aunque de momento, y a la espera de saber cuantos días permanecerá ingresado, se han anulado las actividades del pontífice argentino hasta el 18 de junio, pero se mantienen los viajes a Lisboa y Mongolia en agosto.
“Los médicos seguramente le van a aconsejar reducir su actividad” pero “conociéndolo, es difícil que lo acepte”, aseguró a EFE el doctor argentino Nelson Castro, amigo de Francisco y autor del libro “La salud de los papas”.
Castro también destacó que “fue muy importante la conferencia de prensa que dio el doctor Sergio Alfieri”, el cirujano que operó al Papa y que tras la intervención informó de los pormenores en una comparecencia ante los medios inédita en el pontificado de Francisco.
Alfieri aseguró que la patología por la que fue operado el Papa era benigna al igual que la intervención de colon a la que se sometió en julio de 2021, acallando los rumores surgidos sobre que el pontífice tenía un tumor.
Además, el médico explicó que salvo la hernia, que se formó en la cicatriz de pasadas operaciones, “el Papa no tiene otras enfermedades”.
Para Castro, tras las declaraciones de Alfieri sobre que el Papa no ha tenido complicaciones con la anestesia general ni en la cirugía anterior ni en ésta “se abre la posibilidad de considerar en un futuro cercano operar la rodilla derecha”.
Esa “afección le produce al Santo Padre dolores, dificultad en la deambulación y trastornos posturales de su columna vertebral”, explicó el médico argentino.
Francisco ha manifestado en algunas ocasiones que no quiere operarse de la rodilla porque tuvo problemas con la anestesia tras la operación en la que le extirparon 33 centímetros de colon, también practicada por Alfieri hace casi dos años.
Esta es la tercera vez que Francisco es ingresado en el Gemelli, después de la operación de colon en julio de 2021, cuando se le extirparon 33 centímetros de intestino, y de la pulmonía del pasado marzo.