“Proponemos que el salario mínimo en 2021 se ubique en un rango entre 128.15 y 135.83 pesos, lo que protegería el poder adquisitivo sin generar mayores presiones al empleo. Esto implicaría como mínimo un aumento correspondiente a la inflación que es de 4 por ciento, y como máximo un monto de recuperación entre 4.31 y 7.31 aunado al aumento correspondiente a la inflación”, expresó Gustavo de Hoyos en conferencia de prensa.

El presidente del organismo empresarial puntualizó que el incremento debe hacerse de forma muy cautelosa, ante la secuelas que dejará la crisis en México por el coronavirus SARS-CoV-2, que causa la enfermedad covid-19, ya que la decisión se tomará en el contexto de una profunda crisis económica que ha deteriorado al sector productivo del país.

“Estamos experimentando la pérdida de millones de empleos, y al menos una década de retroceso en el combate a la pobreza. Más aún, se espera una recuperación débil y repleta de incertidumbre”.

“Estamos experimentando lo que pudiera ser la peor crisis del último siglo. Las restricciones sanitarias, sin algún apoyo fiscal por parte del gobierno, se han traducido en cierre de empresas, deterioro de las condiciones laborales y caída en los ingresos familiares”.

De Hoyos dijo que seguirán impulsando futuros aumentos que permitan que el salario mínimo esté por encima de la línea de bienestar familiar.

“Es decir, que el ingreso de dos personas ocupadas en la formalidad sea suficiente para mantener a una familia promedio mexicana de cuatro integrantes”.

Confió en que gobierno, sector sindical y empresarios logren un consenso bajo la base de las condiciones económicas actuales.

«La crisis que enfrenta nuestro país requiere de un sector productivo unido y dispuesto a propiciar las mejores condiciones para la recuperación”, resaltó.