Voces de Chernóbil, crónica del futuro.

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Por Luz Aurora Fierro.

Me he quedado muda. Las Voces de Chernóbil ocuparon mi mente y me hicieron reflexionar en cómo las noticias que recibimos se quedan cortas ante la realidad y de qué manera este evento marcó nuestro futuro.

La lectura de este libro fue seleccionada al iniciar 2019, al buscar un texto perteneciente a alguna escritora con premio Nobel de Literatura, esto fue antes del estreno de la serie en HBO o de los viajes de youtubers como Luisito Comunica que pusieran a la “zona” de moda, fue una casualidad, o no.

Antes de leer, vi la serie; si no la han visto, les recomiendo leer el libro primero.

En mi caso no estoy segura de cuánto cambió mi apreciación. Sin duda sentí una conexión muy fuerte entre serie y libro, puede deberse a que en la producción del programa emplearon algunas de las entrevistas que hizo la autora, así como su punto de vista, aunque no le dieron su crédito, ese ya es otro tema.

Volviendo al libro…

Svetlana Alexievich nos permite escuchar a quienes vivieron el accidente y sus repercusiones. Es un estilo de escritura donde la entrevista y la crónica se vinculan para contar una realidad.

Este texto implica un arduo trabajo, pues para lograr la profundidad en su relato, necesitó establecer un vínculo con la gente, lograr que las personas accedieran a contarle no sólo hechos sino también sus sentires, para luego seleccionar las voces y darles un orden. Es el estilo que ha desarrollado en otros de sus libros: Últimos testigos, Los muchachos de zinc, La guerra no tiene rostro de mujer.

Mientras leía Voces de Chernóbil me preguntaron cómo me sentía: no sé si más enojada que sorprendida, triste o decepcionada. Parece una historia de ficción, pero no lo es.

Mediante estas voces voy reconociendo el panorama, ya de por si complejo, del accidente. Se trata de la vida de ellos y, sin duda, también de la nuestra. Niños, mujeres, hombres, jóvenes o viejos nos muestran sus sentimientos, sus miedos y expectativas.

Svetlana tardó once años en publicar la primera edición de este texto en ruso, en 1997. Casi veinte años después del acontecimiento, en 2005, agrega información y profundiza en sus reflexiones, en su interpretación de lo que representa para ella y sus compatriotas, y cómo es que la historia se divide entre un antes y un después de Chernóbil.

Muestra las actitudes frente a la falta de información, el sentimiento nacionalista soviético, los “héroes” y “heroínas”, los ladrones y los que decidieron cómo continuar con su vida a su manera.

Mientras veo un reportaje relacionado en YouTube, me pregunta mi hijo que si ya me voy a volver experta en el tema. Me ha surgido una necesidad apremiante por saber más. Quiero entender, tratar de ponerme aunque sea un poco en su lugar.

Voces de Chernóbil me confirma que lo sucedido, no es un hecho aislado. No importa en dónde estemos, nuestro mundo es afectado por lo que hacemos. Puede tratarse de una cultura y un momento alejado de nuestras experiencias, pero si logramos comprender la historia, podremos entender su impacto en nuestro porvenir.

La autora nos conduce hacia las repercusiones del accidente de Chernóbil en vidas, maneras de pensar, política, y muy en especial en esta visión del futuro

La lectura es ágil, se mantienen algunas palabras en el idioma original que nos remiten por momentos a esos poblados donde el trabajo agrícola era fundamental, donde era parte del diario vivir, donde actividades tan cotidianas como acostarse en el pasto se convirtieron en algo mortal.

Voces de Chernóbil es una lectura que nos da otra dimensión de un suceso (como muchos otros) que de pronto pasan a ser “normales” y que definitivamente no lo son.

Svetlana Alexievich encuentra la manera de llevarnos de la mano y hacernos sentir, nos muestra en sus voces la manera como la muerte se convirtió en una compañera de niños y niñas, una presencia latente en sus vidas y sus conversaciones.

Toca nuestras vidas y ubica estratégicamente al principio y al final dos historias significativas: inicia con el relato de la esposa de un bombero y finaliza con la de un liquidador. No es posible quedarnos impasibles al terminar de leer estos testimonios de amor.

Alexievich, Svetlana. 2015. Voces de Chernóbil. Debolsillo, España, 408 pp.