Monterrey, NL.- Cometas hay muchos, todo el tiempo, pero visibles al ojo humano solo unos pocos. Es una experiencia que puede ser única en la vida. Hoy, el cometa Neowise brinda esa oportunidad.
Esto explicó el Director del Programa Universitario para el Desarrollo de la Astrofísica y el Espacio de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), Eduardo Pérez Tijerina.
En entrevista desde el Observatorio Astronómico Universitario, ubicado en Iturbide, Nuevo León, el investigador de la UANL explicó que habrá otros tres cometas en 2020; sin embargo, Neowise será el único registrable a simple vista.
Mencionó que este cuerpo celeste se le observará hacia el noreste hasta el 23 de julio después de que se oculte el Sol.
Las imágenes fueron tomadas por Esteban Castro y Julio Ruiz; utilizaron una cámara EOS 5D Mark III y el telescopio William Optics Zenithstar 80. Ellos forman parte de su equipo de trabajo en la observación estelar del Observatorio Astronómico Universitario.
Neowise, el cometa de la Generación Z
Los cometas son muy impredecibles. Como son esferas de piedra y hielo sin luz propia, se les descubre luego de perihelio (orbitar al sol), donde obtienen su luminosa cabellera; es decir, una estela que forma colas de gases y/o polvo estelar.
En el último medio siglo el más famoso de ellos fue el cometa Halley, que surcó lo cielos terrestres para la Generación X en 1986. Y como su órbita con el Sol dura 75 años, se espera que regrese en el año 2061.
Años más tarde, en plena Generación Y, el cometa Hale-Bopp fue apodado El Gran Cometa. En esos fines de los años noventa, su llegada y paso generó una expectativa mundial. Por su aparición, luminosidad y quizá por ser visible durante varios meses entre 1997 y 1998. Tardará tres mil años en regresar.
El cometa Neowise, comentó el astrónomo, tiene una órbita casi parabólica y es de los cometas de periodo largo, así que su regreso será entre los cuatro mil y siete mil años según los cálculos más recientes.