Kiev, Ucrania. – En un paso clave hacia la paz, Ucrania aceptó este martes la propuesta de Estados Unidos para declarar un alto el fuego total inmediato y prorrogable de 30 días con Rusia en tierra, mar y aire. Ahora, la iniciativa depende de la respuesta del presidente ruso, Vladímir Putin.
El acuerdo fue alcanzado durante una reunión entre las delegaciones de Washington y Kiev en Arabia Saudí, donde se firmó una declaración conjunta en la que se establece que la tregua podría extenderse con el acuerdo mutuo de las partes.
EE.UU. y Ucrania esperan la reacción de Moscú
El presidente estadounidense, Donald Trump, celebró la disposición de Ucrania y expresó su esperanza de que Putin también acepte la propuesta.
“Lo más importante es que Ucrania acaba de aceptar un alto el fuego. Ahora tenemos que ir a Rusia y esperar a que, con suerte, el presidente Putin también lo acepte”, declaró Trump desde la Casa Blanca.
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, subrayó la importancia de la reciprocidad rusa para lograr la paz.
“Si dicen que no, entonces sabremos cuál es el verdadero impedimento para la paz”, afirmó Rubio en una rueda de prensa en Riad.
Desde Kiev, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, respaldó el acuerdo y pidió a Estados Unidos que convenza a Moscú de aceptar el alto el fuego lo antes posible.
“Ucrania está lista para la paz. Rusia debe mostrar su disposición a poner fin a la guerra o continuar con ella. Es la hora de la verdad”, afirmó Zelenski en un discurso televisado.
Compromiso con la liberación de prisioneros y el envío de armas
Como parte de la tregua, Ucrania y Estados Unidos propusieron a Rusia la liberación de prisioneros de guerra de ambos bandos y el retorno de civiles detenidos, incluyendo menores ucranianos deportados desde los territorios ocupados.
Además, Washington se comprometió a reanudar el envío de armamento y compartir inteligencia militar con Ucrania, después de haber detenido estos apoyos para presionar a Kiev a aceptar un cese de hostilidades.
Otro punto clave del acuerdo es la intención de firmar un pacto para la explotación de los recursos minerales de Ucrania, lo que permitiría a Estados Unidos recuperar parte del gasto militar invertido en el conflicto y, al mismo tiempo, garantizar inversiones y seguridad en la región.
El primer ministro polaco, Donald Tusk, fue uno de los primeros en reaccionar al anuncio, calificando el acuerdo como un «paso importante hacia la paz» y reafirmando la disposición de Europa a respaldar una solución diplomática duradera.
Aunque el documento firmado en Yeda no menciona un papel concreto para Europa en el proceso, Ucrania ha solicitado que los países europeos sean incluidos en futuras negociaciones de paz con Rusia.
Por ahora, el mundo observa a Moscú, a la espera de una respuesta que defina el futuro del conflicto.