En una reunión breve pero simbólica en la Casa Blanca, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente en funciones, Joe Biden, destacaron la importancia de una transición pacífica del poder.

En el encuentro, Trump expresó su agradecimiento por los esfuerzos de Biden para garantizar un proceso de cambio sin incidentes.

El presidente Biden fue el primero en hablar, recibiendo a Trump con un apretón de manos y destacando su compromiso para facilitar la transferencia de poder.

«Espero que esta transición sea tranquila y ordenada,» declaró Biden, mientras Trump lo escuchaba atentamente, un gesto que marcó un contraste con el último traspaso de poder en 2020.

Trump, en su intervención, reflexionó sobre la naturaleza de la política, señalando que «es un mundo duro y complicado» y agradeció la cordialidad de este proceso. La breve interacción fue seguida de una reunión a puerta cerrada.

La comparecencia conjunta se llevó a cabo en el Despacho Oval, donde ambos líderes hablaron menos de un minuto, una muestra de formalidad sin profundizar en detalles. A pesar de la atmósfera oficial, la campaña de Trump envió un mensaje a sus seguidores, solicitando apoyo financiero «mientras el presidente electo se encuentra en la Casa Blanca en una reunión crucial».

Esta reunión marca un momento histórico en la política estadounidense, dado que en 2020 Trump no invitó a Biden a la Casa Blanca tras su victoria, una omisión sin precedentes en más de 150 años.

La visita de Trump refleja un intento de ambas partes por superar las tensiones y asegurar un traspaso de poder en un marco de estabilidad institucional antes de la toma de posesión el 20 de enero de 2025.