Al cumplir los primeros 100 días de su segundo mandato presidencial, Donald Trump aseguró que su gobierno apenas comienza y que lo mejor —o lo más drástico— está por venir. En un encendido mitin en Michigan, el mandatario reiteró sus promesas de campaña y reafirmó su agenda nacionalista con un discurso en el que cargó contra la clase política tradicional y prometió profundos cambios estructurales.
“Solo acabamos de empezar. Aún no habéis visto nada”, declaró ante una multitud en el condado de Macomb, bastión clave del sector automotriz y donde Trump ha mantenido un fuerte respaldo electoral en sus tres campañas presidenciales.
“Vamos a acabar con la inmigración ilegal. Vamos a recuperar nuestros trabajos y proteger a nuestros grandes trabajadores”, añadió.
Durante su intervención, el presidente republicano presumió que su administración ha impulsado “el cambio más profundo en Washington en cerca de 100 años”, destacando recortes al gasto público, combate al adoctrinamiento escolar y el “rescate del sueño americano”.
A su estilo, Trump volvió a utilizar frases superlativas para definir su gestión. Aseguró que Estados Unidos está siendo liberado de “una clase política perversa que se enriqueció y vendió al país”, al tiempo que enfatizó: “No permitiremos que eso vuelva a suceder”.
También recordó lo que calificó como logros económicos durante su primer mandato, afirmando que fue entonces cuando se vivió “la mejor economía de la historia” del país. “La bolsa subió un 88%; nos fue muy bien y ahora nos irá mejor”, prometió.
El acto en Michigan marca su primer viaje oficial dentro del país desde que asumió nuevamente la presidencia el pasado 20 de enero.