West Palm Beach, Florida.- Un tiroteo ocurrido este domingo cerca del club de golf en West Palm Beach, donde el expresidente Donald Trump se encontraba jugando, desató una rápida movilización de las fuerzas de seguridad. Según fuentes de la campaña de Trump, el exmandatario fue trasladado de inmediato a un lugar seguro y se encuentra «a salvo».
El director de comunicaciones de la campaña, Steven Cheung, informó en un breve comunicado que «el presidente Trump está a salvo tras los disparos que se produjeron en sus inmediaciones», aunque no se ofrecieron más detalles en ese momento. El incidente se produjo poco después de las 14:00 horas, y tanto la Casa Blanca como el Servicio Secreto confirmaron que el expresidente no resultó herido.
Según Teri Barbera, portavoz de la Oficina del Sheriff del Condado de Palm Beach, una «persona de interés» fue detenida tras los disparos, aunque las autoridades aún investigan las circunstancias exactas del incidente. De acuerdo con fuentes policiales citadas por el New York Post, el tiroteo habría involucrado a dos personas que intercambiaban disparos entre sí, sin apuntar directamente al expresidente.
El Servicio Secreto, encargado de la protección de Trump, emitió un comunicado en el que informó que, en coordinación con la Oficina del Sheriff, se están llevando a cabo investigaciones para esclarecer los hechos. Aunque aún no se ha confirmado la intención de los involucrados, varios medios como CNN han reportado que uno de los detenidos portaba un rifle AK-47, lo que ha despertado especulaciones sobre un posible intento de ataque.
Este incidente ocurre en un contexto de alta tensión, luego de que el pasado 13 de julio Trump sufriera un intento de asesinato durante un mitin en Pensilvania. En ese evento, un joven disparó contra el expresidente hiriéndolo en la oreja, antes de ser abatido por el Servicio Secreto. La falta de seguridad en aquel mitin provocó varias dimisiones, incluida la de la directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle.
Tras el atentado en Pensilvania, las medidas de seguridad en torno a Trump se reforzaron significativamente, implementándose el uso de pantallas de vidrio blindado en sus apariciones públicas al aire libre. La situación de este domingo vuelve a poner a prueba esas nuevas medidas y reabre el debate sobre la protección del expresidente y candidato republicano.
La Casa Blanca reaccionó rápidamente al incidente, confirmando que tanto el presidente Joe Biden como la vicepresidenta Kamala Harris fueron informados del tiroteo en West Palm Beach. Un portavoz señaló que ambos estaban «aliviados» al saber que Trump estaba fuera de peligro.
El expresidente también se pronunció horas después a través de su equipo de campaña, diciendo: «¡Estoy a salvo y bien! Nada me detendrá. ¡NUNCA ME RENDIRÉ!». Se espera que el Servicio Secreto ofrezca más detalles en una conferencia de prensa programada para las próximas horas.