La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció este martes que su gobierno está trabajando en medidas preventivas para enfrentar una posible deportación masiva de mexicanos desde Estados Unidos, una decisión que podría ser implementada por el presidente electo Donald Trump tras asumir el cargo.
“Estamos listos para darles la bienvenida a las y los mexicanos que puedan ser deportados. Es nuestra obligación atenderles, y estamos fortaleciendo nuestra red consular con la contratación de más abogados y abogadas para defender sus derechos en Estados Unidos”, declaró Sheinbaum durante su conferencia matutina.
Sheinbaum recordó que México mantendrá una estrategia humanitaria frente al tema migratorio y desestimó las afirmaciones de Trump sobre un supuesto acuerdo para “cerrar fronteras”. La presidenta subrayó que la postura de su gobierno es la de “tender puentes entre gobiernos y pueblos”, en contraste con la publicación de Trump en la red Truth Social, donde el mandatario electo aseguró que Sheinbaum habría aceptado cerrar la frontera sur de México.
Este desencuentro se produce después de una llamada telefónica entre ambos líderes el pasado 27 de noviembre, en la que discutieron temas relacionados con migración y seguridad fronteriza. Sheinbaum calificó la conversación como “excelente”, mientras que Trump destacó un supuesto compromiso de México para frenar el tránsito migratorio hacia Estados Unidos.
El gobierno mexicano también está desarrollando programas de apoyo para los connacionales que pudieran ser repatriados, enfocándose en su reintegración económica y social.
“Estamos preparados para actuar de manera rápida y eficaz en caso de que se materialice esta amenaza”, enfatizó Sheinbaum.
La estrategia incluye no solo el fortalecimiento de los consulados mexicanos en Estados Unidos, sino también la colaboración con organizaciones locales en ambos lados de la frontera para garantizar un regreso digno a quienes pudieran ser deportados.