La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, aseguró que el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec representa una palanca estratégica para el desarrollo económico del país y un acto de justicia para el sureste mexicano, históricamente marginado en materia de conectividad.
“Es una obra muy importante. No solamente conecta a Veracruz y Oaxaca, sino que permite el enlace entre el Pacífico y el Atlántico, convirtiéndose en una alternativa al Canal de Panamá”, destacó la mandataria durante su conferencia matutina.
Sheinbaum afirmó que este megaproyecto no solo favorecerá el tránsito de mercancías, sino que también impulsará el empleo, el bienestar y el crecimiento económico en diversas regiones del país. Adelantó que incluso está prevista una extensión hacia Guatemala, a través de la Línea K, lo que fortalecería el vínculo con Centroamérica.
Por su parte, el director general del Corredor Interoceánico, Octavio Sánchez Guillén, señaló que la iniciativa ya está en operación y ha comenzado a posicionarse como una nueva vía para el comercio internacional. “Hoy, más de 100 años después, el sueño de unir el Pacífico con el Atlántico a través del Istmo es una realidad”, subrayó.
Sánchez Guillén detalló que el corredor cuenta con mil 200 kilómetros de vías rehabilitadas, 30 laderos, 41 estaciones y más de mil 500 obras de drenaje. Las líneas Z y FA, que ya están operativas, han movilizado más de 108 mil pasajeros y más de 514 mil toneladas de carga desde su puesta en marcha.
Además, se avanza en la construcción de terminales portuarias en Coatzacoalcos, Salina Cruz, Dos Bocas y Puerto Chiapas, así como en obras complementarias como centros reguladores de tráfico, edificios administrativos y vías férreas ampliadas.
El proyecto contempla la creación de 14 Polos de Desarrollo para el Bienestar, varios de ellos en proceso de adjudicación o licitación en estados como Oaxaca, Chiapas y Tabasco. También se han ejecutado más de 800 asambleas comunitarias y 27 mil acciones de vivienda, además de obras de infraestructura social en beneficio de más de 100 mil personas.
Sheinbaum concluyó que el Corredor Interoceánico es un ejemplo de cómo el Estado puede impulsar el desarrollo con justicia social, bajo el principio de que “nadie se quede atrás”.