Con tono burlón el presidente Donald Trump cuestionó el testimonio de Christine Ford, presunta víctima del juez Brett Kavanough, propuesto por él para cubrir la vacante de la Corte Suprema.
«¿Cómo llegaste a tu casa? ‘No me acuerdo’. ¿Cómo llegaste ahí (el lugar de la agresión)? ‘No me acuerdo’. ¿Dónde era? ‘No me acuerdo’. ¿Hace cuantos años pasó? ‘No lo sé'», dijo Trump, ridiculizando las respuestas de Ford en la audiencia donde declaró en contra de Kavanough.
«¿En que barrio era? ‘No lo sé’. ¿Dónde estaba la casa? ‘No lo sé’. ¿En el piso de arriba, en el piso de abajo? ‘No lo sé, pero tomé una cerveza eso es lo único que recuerdo'», agregó el mandatario ante simpatizantes republicanos congregados en Mississipi.
Ford asegura que el acusado intentó violarla en 1982, en consecuencia el FBI reabrió la investigación antes de que el Senado le confirme para el puesto vitalicio en el Supremo.
El Presidente dijo que esa acusación ha «destrozado» a Kavanough y a su familia, y afirmó que los que lo han promovido -en alusión a los demócratas- son «gente malvada».
Sin embargo, dos mujeres más denunciaron abusos sexuales por parte de Kavanough.
En respuesta a las palabras de Trump, senadores republicanos clave en la confirmación de Kavanaugh, le criticaron.
Es desconcertante”, consideró el senador republicano por Arizona, Jeff Flake, a la cadena NBC.
«No es el momento ni el lugar para declaraciones como esa”, agregó.
Flake, quien apoyó la nominación de Kavanaugh en el Comité Judicial del Senado, forzó la investigación del FBI sobre la denuncia como condición de su voto en el pleno del Senado la próxima semana.
Los comentarios del presidente fueron simplemente equivocados”, sentenció a su vez la senadora republicana de Maine, Susan Collins, una de cuatro legisladores que se mantienen indecisos sobre su voto final.
Aunque Collins evitó hacer comentarios adicionales, la senadora ha dicho que su voto final dependerá de la información que ofrezca la averiguación del FBI, cuyo plazo de conclusión es el viernes.