La periodista especializada en narcotráfico, Anabel Hernández, expuso en su más reciente investigación que el Cártel de Sinaloa habría aportado una suma millonaria a la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en 2006.
Según Hernández, el grupo delictivo liderado por Arturo Beltrán Leyva, alias El Barbas, habría contribuido con entre 2 y 4 millones de dólares durante la contienda electoral. La investigación, basada en audios obtenidos por la DEA y el Departamento del Tesoro, revela declaraciones de individuos vinculados tanto al Cártel como al entorno de AMLO, confirmando la participación en movimientos de dinero ilegales.
Entre los capos señalados en la investigación de Hernández se encuentra Arturo Beltrán Leyva, abatido por las autoridades en 2009, y Edgar Valdez Villarreal, conocido como La Barbie, actualmente encarcelado en Estados Unidos y quien habría desempeñado un papel crucial en las negociaciones.
Estas revelaciones se suman a las teorías planteadas por el periodista Ricardo Ravelo, quien sugiere que la fuerte presencia del Cártel de Sinaloa en estados gobernados por Morena no es coincidencia.
En el centro de las acusaciones se encuentra la búsqueda de protección por parte del cártel y su deseo de influir en el nombramiento del entonces procurador General de la República (PGR), en caso de la victoria de López Obrador.
Un documento de 2019 compartido por el periodista David Ordaz revela declaraciones del abogado de Joaquín «El Chapo» Guzmán, Jeffrey Lichtman, quien asegura que diversas administraciones, incluyendo la de López Obrador, estarían relacionadas con el crimen organizado.
Las acusaciones, basadas en el testimonio de Alex Cifuentes-Villa, indican que Ismael «El Mayo» Zambada fue responsable de sobornar a AMLO y al expresidente Enrique Peña Nieto. Sin embargo, las declaraciones se retractan al afirmar que el soborno habría sido pagado a un funcionario vinculado a la campaña electoral de AMLO en 2006.
Cabe recordar que las elecciones de 2006 fueron ganadas por Felipe Calderón, y el entonces encargado de seguridad, Genaro García Luna, fue posteriormente hallado culpable de relacionarse con el Cártel de Sinaloa en un juicio en Estados Unidos, quedando a la espera de sentencia.