San Pedro Garza García, NL.- Luego de la pandemia del COVID-19, estudiantes distinguidos de la Universidad de Monterrey coincidieron en que el mundo entrará en una nueva etapa en la que el panorama laboral será distinto y con mayores dificultades, apremiará la necesidad de establecer una mejor relación con el medio ambiente y el modelo de aprendizaje deberá adaptarse a los cambios abruptos.
De hecho, quienes recibieron el grado de Summa Cum Laude en el semestre de Primavera 2020 cerraron su último semestre y formaron parte de la generación que se graduó en confinamiento, aunque conectados por la tecnología, transmitiendo imágenes desde sus hogares, en una hecho inédito en los 50 años de existencia de la UDEM.
Al final de esa ceremonia de graduación en junio pasado, Isabella Navarro Grueter, vicerrectora de Formación Integral, presentó a los ganadores del máximo reconocimiento que otorga la UDEM a sus alumnas y alumnos que demuestran un mejor desempeño académico.
La distinción se otorgó el pasado semestre a Itzel Hernández Navarro, de la Licenciatura en Dirección y Administración de Empresas; Hugo Alexis Treviño Garza, del programa académico de Ingeniero Industrial y de Sistemas; y Sofía Monsserrat Martínez López, de la Licenciatura en Economía.
Hugo manifestó haberse sentido extraño con la experiencia de graduarse a la distancia, debido a la contingencia sanitaria, “como si fuera sólo un break temporal en vez de la conclusión de los estudios”, y que le recordó las épocas de vacaciones, cuando cursaba la educación básica.
“Eso sí, viví mi graduación y Commencement con mis papás, los que me apoyaron para seguir estudiando y no pude haberlo deseado mejor, ya que sé que el festejo sólo se movió de fecha, no se canceló”, expresó.
El ahora exalumno afirmó que los desafíos que implica esta pandemia son variados, ya que en el área profesional estarán limitados los empleos durante un tiempo, pero que el desafío más grande es el aprovechamiento de todo lo sucedido para levantar al pueblo mexicano.
“Que con nuestros conocimientos adquiridos podamos apoyar a los grupos vulnerables que dejó la contingencia para mejorar más su bienestar de lo que estaban antes de la pandemia, el generar estrategias efectivas para una reestructura de la sociedad, permitiendo un mejor aprovechamiento de tecnologías, acceso universal a información en todos los rincones, incluso vivir aún más en armonía con el medio ambiente”, expuso.
Agregó que esta pandemia ha demostrado que los vínculos de los seres humanos con la naturaleza están lejos de ser buenos, ya que, con la contingencia, en distintos lugares del mundo los animales volvieron a aparecer en zonas urbanas o en las rurales donde ya era mínima su presencia.
“Otro reto que considero que enfrentan los estudiantes actuales es el presenciar un cambio abrupto de métodos de enseñanza en las escuelas, (…) siento que se verá mucho la diferencia en unos meses en los estudiantes que se pudieron adaptar para seguir creciendo, o los que todavía están en proceso, ya sea de transición, aprendizaje o asimilación de lo nuevo que está por venir”, indicó.
Para Sofía, la contingencia sanitaria fue una experiencia retadora, porque cambió drásticamente la dinámica de tomar clases de un día para otro, así como realizar una tesis y disertación en línea.
“Sin embargo, considero que la Universidad de Monterrey realizó un buen trabajo en adaptar las clases y otorgar recursos para facilitar la transición a esta nueva modalidad en línea, lo cual influyó en que pudiera concluir de manera exitosa mis estudios”, asentó.
La ahora economista afirmó que la pandemia por COVID-19 cambiará la forma en la que la sociedad vive actualmente, ya que tendrá que adaptarse a esta “nueva normalidad” en la que se deberá tener más precauciones.
“Considero que en el mundo se seguirá estimulando de manera exponencial la tendencia a incorporar más la tecnología en nuestro día a día; y, con ello, claro que vienen desafíos, las empresas y las instituciones de educación deberán seguir adaptándose en la medida de lo posible a esta tendencia”, estableció.
También consideró que la recuperación de la economía probablemente sea lenta y que una cantidad importante de personas caerá en el estado de pobreza, por lo que convocó a empresas, gobierno y ciudadanos se unan para salir adelante frente a la crisis.
“Creo que las próximas generaciones tendrán un panorama laboral más retador, por lo que considero que será complejo el tener las tasas de empleabilidad que han tenido generaciones pasadas; (las nuevas generaciones) tendrán el reto de expandir el acceso a la tecnología a todas las partes del mundo, de tal manera que la sociedad pueda seguir adaptándose a esta ‘nueva normalidad’”, apuntó.
Itzel, por su parte, vivió la graduación desde su natal Oaxaca, en compañía de su familia, además de que previamente recibió una videollamada por parte del rector acompañado de los vicerrectores, el director de la Escuela de Negocios y el director de carrera, para otorgarle la distinción.
La exalumna afirmó que esta contingencia traerá desafíos, por ejemlo, en el ámbito escolar, ya que muchas clases ya no podrán ser presenciales, lo que implica que las y los alumnos deben poner un mayor esfuerzo, que sean más organizados y que, al mismo tiempo, muestren interés por generar los aprendizajes que se ofrecen.
“Somos una generación con una curva de aprendizaje muy rápida, nadie nos dijo que saldríamos a un mundo laboral virtual, por lo que, primeramente, el poder encontrar y adaptarse a un trabajo en esta modalidad virtual es un gran reto”, enfatizó.
RECUERDOS DEL ALMA MATER
Hugo se considera una persona totalmente “udemita”; desde que estudiaba la secundaria quería estudiar en la UDEM, “estudiar en esta increíble institución marcó mi vida de la forma más positiva posible”.
Durante sus actividades y participaciones en proyectos dentro de la UDEM, el nuevo profesional de la Ingeniería se desempeñó con los principios presentes de servicio, apertura y humanismo de la UDEM, incluyendo el lema de “el hombre sólo se realiza al servicio del hombre”, por lo que buscaba ayudar a sus compañeros con los estudios.
“Gracias a la UDEM, desarrollé mi mejor versión de mí cada año, enseñándome a no tener miedo de preguntar, a saber cuándo hay que ceder para poder ganar aún más, a querer superarme constantemente y, por último, pero no menos importante, escuchando a todos los que me rodean, ya que para mí el mayor aprendizaje lo obtienes de los demás”, expresó.
Para Sofía, estudiar en la UDEM “significó no solo poder adquirir una excelente formación profesional, sino también el poder desarrollarme como una persona íntegra, con valores, y que, gracias a ello, siempre buscará dar lo mejor de sí para contribuir al bienestar de la sociedad”.
La exalumna practicó los principios de servicio y humanismo durante su servicio social, ya que se dedicó a apoyar a los jóvenes con parálisis cerebral para que desarrollaran habilidades que les pudieran servir para tener una mejor oportunidad en la vida laboral.
“También ambos principios los practiqué al fundar y ser presidenta del capítulo estudiantil Women in Business UDEM, ya que es un grupo en el que nos dedicamos a empoderar a las mujeres en el mundo laboral, un aspecto que creo sí ha mejorado en los últimos años, pero todavía hay un gran margen para mejorar”, advirtió.
“Por ello, creo que el enfoque integral de la Universidad me ayudó a desarrollar la mejor versión de mí misma, pues me ha motivado a siempre dar más de mí, a siempre estar al servicio de los demás, a sensibilizarme de mi entorno y a ser capaz de desarrollar soluciones para tratar de seguir mejorándolo”, sostuvo.
Itzel destacó que la UDEM ha sido su segundo hogar y que, desde el momento en que la conoció, se “enamoró” del espíritu humanista que fomenta.
“El ser foránea me permitió vivir durante cuatro años en las Residencias UDEM, donde generas una experiencia inigualable; el involucrarme en programas me ayudó a encontrar mis pasiones y poder retribuir a la sociedad un poco de lo que me ha dado sin descuidar mis estudios”, comentó.