Por: Jorge Maldonado Díaz
Indignados por la muerte de dos hermanitas a manos de un conductor en estado de ebriedad, decenas de repartidores de comidas realizaron una caravana para mostrar el apoyo a la familia de las menores y exigir un castigo para el culpable.
El desfile de repartidores parto desde el lugar en donde ocurrió el accidente, recorrió avenidas como Nogalar, Fidel Velázquez y al llegar a la Agencia Estatal de Investigaciones todos accionaron el pitido de sus motocicletas, para seguir su camino hasta llegar a la funeraria en San Pedro y dar el apoyo a la familia.
Mientras en la escena de la tragedia, en el camellón central de la avenida Romulo Garza en San Nicolás, vecinos y familiares lo tomaron para dejar un pequeño altar en señal de luto y marcando la huella de está tragedia.
En ese lugar, las niñas Regina e Isabel perdieron la vida cuando acompañaban a su mamá a dejar comidas, a manos de un conductor que no respeto la luz roja de un semáforo.
El enojo de la comunidad no se hizo esperar porque Irving Gustavo se negó a qué le sacarán sangre para determinar si estaba ebrio o no, el Ministerio Público solicito una orden judicial para llevar a cabo está prueba que reveló que estaba ebrio.
Mariana, madre de las menores, fue dejada en libertad solo para ir a qué le entregaran los cuerpos de sus dos pequeñas niñas, que murieron a manos de la irresponsabilidad de un conductor.