Ciudad de México.- Porque «no sirve» para construir un país, los líderes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) rechazaron la nueva reforma educativa que fue aprobada por el Congreso de la Unión.
«Que quede bien claro, este gobierno copió la reforma de Peña Nieto, por lo tanto esta reforma no pasa para los maestros», dijo Javier Saavedra, de la Sección 7 de Chiapas.
Precisó que la nueva legislación en la materia no busca una educación laica, gratuita y obligatoria.
«Le van a dar seguimiento a la privatización de la educación porque hoy, nuevamente, vuelven a dejar una reforma administrativa y laboral y eso es la principal prioridad de este gobierno en turno», reprochó ante cientos de profesores que se aglutinaron en el Zócalo capitalino tras marchar de la Avenida Ribera de San Cosme.
«Los maestros y maestras están en un régimen de excepción laboral desde la promoción, el ingreso y la permanencia, donde están sujetos a estándares que ellos (el Gobierno federal) van a determinar», señaló Lucía Caballero, en representación de Eloy López Hernández, líder de la Sección 22.
La profesora oaxaqueña criticó que se vuelve a utilizar el concepto «excelencia» académica, lo que ve a los estudiantes como mercancía y a los profesores como máquinas para formar alumnos que sirvan a los intereses de las empresas explotadoras.
Arcángel Ramírez, de la Sección 14 de Guerrero,expresó que continuarán dando la lucha y batalla. «No aceptamos la perversidad de los empresarios y de organismos internacionales en la reforma educativa».
«No estamos de acuerdo con su reforma. Estamos exigiendo la abrogación total de la reforma educativa del 2013. Ratificamos defender y estar con los compañeros cesados», dijo Víctor Zavala, de la Sección 18 de Michoacán.
«Le decimos al Gobierno federal que no vamos a dejar al desamparado a ningún trabajador de la educación como los empleados de Conafe».
