En un ambiente de recogimiento y solemnidad, la noche de este viernes se llevó a cabo el rito de clausura del féretro del Papa Francisco, en el Altar de la Confesión de la Basílica de San Pedro.

La ceremonia, que inició a las 20:00 horas (tiempo de Roma), fue presidida por el cardenal camarlengo Kevin Joseph Farrell, de acuerdo con las disposiciones establecidas en el Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, el protocolo oficial para las exequias de un pontífice.

Durante el rito, monseñor Diego Ravelli, maestro de las Celebraciones Litúrgicas, dio lectura al Rogito, un documento en latín que resume la vida y el ministerio del Papa Francisco. Este fue colocado dentro de un cilindro metálico sellado y depositado en el ataúd, junto con monedas y medallas conmemorativas acuñadas durante su pontificado.

En el acto estuvieron presentes algunas autoridades eclesiásticas, así como miembros de la familia del Papa. El rito concluyó con la colocación de un velo blanco sobre el rostro del Pontífice y el cierre solemne del féretro, el cual lleva grabados una cruz, el escudo papal y una placa con su nombre, la duración de su vida terrena y de su pontificado.

A lo largo de la noche, el Capítulo de San Pedro mantendrá una vigilia de oración junto a los restos del Papa Francisco, como antesala a la celebración de la Misa exequial que se realizará este jueves en la Plaza de San Pedro, donde se espera la presencia de fieles, jefes de Estado y líderes religiosos de todo el mundo.