Las promesas del primer ministro Benjamin Netanyahu de proseguir la guerra de Israel en Gaza y Líbano frustraron las esperanzas de que la muerte del líder de Hamás, Yahya Sinwar, contribuya a poner fin a más de un año de escalada del conflicto en Oriente Medio.
En tanto, el grupo miliciano libanés Hezbolá dijo este viernes que iba a pasar a una nueva fase de escalada en su guerra contra Israel; e Irán, que apoya a Hamás y Hezbolá, declaró que “el espíritu de resistencia se verá reforzado” tras la muerte del líder de Hamás.
Sinwar, cerebro del ataque del 7 de octubre de 2023 que desencadenó la guerra de Gaza, murió el miércoles durante una operación llevada a cabo por soldados israelíes en el enclave palestino, un acontecimiento crucial en el conflicto que dura ya un año.
A última hora del jueves, Netanyahu calificó la muerte de Sinwar como un hito, pero prometió mantener la guerra, que en las últimas semanas pasó de los combates contra el grupo palestino Hamás en Gaza a la invasión del sur de Líbano y el bombardeo de amplias zonas del país.
“La guerra, queridos míos, aún no ha terminado”, dijo Netanyahu a los israelíes, afirmando que los combates continuarían hasta que los rehenes retenidos por Hamás sean liberados.
“Tenemos ante nosotros una gran oportunidad de detener el eje del mal y crear un futuro diferente”, añadió, refiriéndose a Irán y a sus aliados militantes en Gaza, Líbano, Siria, Irak y Yemen.
Los comentarios de Netanyahu contrastan con los de líderes occidentales, incluido el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que sostuvieron que la muerte de Sinwar ofrecía una oportunidad para poner fin al conflicto.
Estados Unidos quiere iniciar conversaciones sobre una propuesta para lograr un alto el fuego y garantizar la liberación de los rehenes, señaló el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, quien señaló a Sinwar como el “principal obstáculo” para poner fin a la guerra.
“Ese obstáculo, obviamente, ha sido eliminado. No puedo predecir que este hecho implique que quienquiera que sustituya (a Sinwar) vaya a aceptar un alto el fuego, pero sí que supone la eliminación del que ha sido en los últimos meses el principal obstáculo para conseguirlo”, afirmó. En las últimas semanas Sinwar se había negado a negociar, según Miller.
“Teníamos la esperanza, durante todo este tiempo, de que deshacernos de Sinwar sería el punto de inflexión en el que se pondría fin a las guerras (…) en el que todo el mundo estaría dispuesto a bajar las armas. Parece que, una vez más, nos equivocamos”, dijo el diplomático.
Hezbolá e Irán mantienen su apoyo a Hamás
Se creía que Sinwar, nombrado líder general de Hamás tras la muerte del líder político Ismail Haniye en julio en Teherán como consecuencia de un ataque israelí, se había escondido en la red de túneles que Hamás ha construido bajo Gaza en las dos últimas décadas.
Sin embargo, murió el miércoles durante un tiroteo en el sur de Gaza a manos de soldados israelíes, que en un principio no sabían que habían capturado al enemigo número uno de su país, informaron las autoridades de israel.
El ejército difundió un video grabado con un dron en el que se veía, supuestamente, a Sinwar sentado en un sillón y cubierto de polvo en el interior de un edificio destruido. El dron le siguió mientras agonizaba y mostraba a Sinwar lanzándole un palo.
Hamás no hizo ningún comentario al respecto, pero fuentes del grupo dijeron que los indicios que vieron apuntan a que, efectivamente, los militares israelíes mataron a Sinwar.
Irán no dio señales de que fuera a cambiar su apoyo. “El espíritu de resistencia se verá reforzado” tras la muerte de Sinwar, dijo su Misión ante las Naciones Unidas.
Hezbolá también se mostró desafiante y anunció “la transición a una nueva fase de escalada en la confrontación con Israel”.
El ejército israelí dijo este viernes que también había matado a Muhamad Hasin Ramal, comandante de Hezbolá en la zona de Tayibe, en el sur de Líbano.
Con información de Reuters