Monterrey, Nuevo León.- El gobierno de Adrián de la Garza gastó 647 millones de pesos en la construcción de un C4 que no vigilaba a nadie ya que estaba incompleto, y peritajes del gobierno municipal actual detectaron desvíos por 411 millones en un sistema de seguridad inoperante pues de las 4 mil cámaras que presumía, 2 mil 384 no funcionaban o no existían, dio a conocer Miguel Alfonso Meza.
El consultor en litigio estratégico y derecho anticorrupción, contratado por Movimiento Ciudadano, afirmó que aún con los desvíos señalados De la Garza promete en su campaña la construcción de otros dos “Big Brothers” similares.
Además, dijo que de las 4 mil cámaras que se supone debían cuidar a los regios,
cuando asumió el poder Luis Donaldo Colosio se encontró que 2 mil 384 o no
existían o estaban desconectadas, es decir el 58 por ciento de estas.
“Todo esto fue una absoluta farsa, en realidad para lo que usaron la excusa del C4
fue para desviar millones de pesos y en realidad construyeron un C4 simulado, que
no servía y en el cual había muchísima corrupción”, señaló Meza.
Meza explicó que, tras las evidencias del desvío millonario, desde hace un año el
municipio de Monterrey presentó denuncias ante el Tribunal de Justicia
Administrativa, en la Sala Anticorrupción y actualmente está en proceso.
“En el desglose de las inconsistencias que se encontraron del C4 de Adrián,
destacan: Colusión y complicidad entre empresas y municipio por 251 millones de
pesos, mantenimiento inexistente por 87.4 millones, 140 tablets para policías que
nunca se usaron por 3 millones, servidores que en realidad no cumplían con las
especificaciones por 29.2 millones y la compra de software que es gratuito en
internet por 16.4 millones”, agregó.
Todas las irregularidades fueron dictaminabas por un perito acreditado ante la
Fiscalía General del Estado, misma que le da la calidad de experto y que fue
contratado por el municipio de Monterrey.
Además, señaló, para el equipamiento del “Big Brother” se simuló una competencia
entre empresas, pero en realidad solo Integración de Sistemas de Avanzada
Tecnología, S. A de C.V, cuyo nombre comercial es Control Track ganó todos los
contratos.
En la primera licitación por 251 millones de pesos, detalló, fingieron competir Control
Track y Alliance Soluciones, pero estaban coludidos, porque ambas presentaban
los mismos costos de operación y hasta repitieron los mismos errores en las
cotizaciones.
Las dos empresas que “compitieron”, comentó, tienen negocios entre sí, lo que ha
sido constatado con facturas y también con Murata, otra empresa fantasma que ya
ha sido denunciada por el municipio de Monterrey.
Incluso, dijo Meza, que pese a tener semanas para hacer su oferta, las dos
empresas las presentaron el mismo día y las llevaron las mismas personas.
En el caso de los softwares gratuitos que se compraron, Meza explicó que el peritaje
demostró que no estaban conectados con las cámaras de monitoreo, además de
que no cumplía con los requerimientos técnicos.
Sobre las 140 tablets, señaló que fueron encontradas sin utilizar en las
bodegas del municipio, lo que indica que en realidad fue una farsa la modernización
que presumía Adrián.
Además del desvío de los 411 millones de pesos, está que Adrián dejó un inventario
ficticio de todo el equipo, supuestamente adquirido para el “Big Brother”, porque
ninguno tiene placa de patrimonio municipal, ni se estableció la cantidad de cámaras
que había.