El Gobierno francés ha anunciado este miércoles que reimpondrá el estado de emergencia sanitaria a partir del próximo sábado, 17 de octubre.
El Gobierno ha tomado la decisión debido a «la catástrofe sanitaria» que afronta el país y el incremento de casos diarios de covid-19 que pone en peligro la salud de la población, según lo refleja el acta de una reunión de gabinete.
«La epidemia de covid-19 constituye un desastre de salud pública que, por su carácter y su gravedad, pone en riesgo la salud de la población», reza el acta.
Paralelamente, el presidente Emmanuel Macron decretó nuevas medidas adicionales para evitar la propagación de la enfermedad.
En París y en las “zonas rojas” con una mayor incidencia de la pandemia se impondrá un toque de queda entre las 21:00 y las 6:00.
Las otras áreas metropolitanas con toque de queda serán Marsella-Aix en Provence, Lyon, Lille, Grenoble, Montpellier, Toulouse, Rouen y Saint Etienne.
«El toque de queda durará cuatro semanas e iremos al Parlamento para extenderlo hasta el 1 de diciembre. Seis semanas es el tiempo que creemos útil», explicó Macron en la entrevista.
Asimismo, el mandatario ha hecho un llamamiento a «proteger a los mayores y vulnerables«, así como al sistema de salud, al tiempo que ha recordado a la población la necesidad de reducir el contacto social.
Macron aseguró que un reconfinamiento general de la población, como el vivido la pasada primavera, «sería desproporcionado», por lo que el toque de queda «es una medida pertinente».
«No se podrá ir al restaurante después de las 21.00, no se podrá ir a fiestas a casa de los amigos», explicó el presidente, quien avanzó que habrá controles policiales y multas para los infractores, igual que un sistema de autorizaciones para quienes tengan que salir por trabajo o motivos ineludibles.
La pandemia ha causado ya 33 mil muertes en Francia, según las últimas cifras oficiales disponibles.