Con un enérgico llamado a la comunidad internacional para poner fin a los conflictos armados en distintas regiones del mundo, el Papa León XIV pronunció este domingo su primera alocución dominical desde el balcón de la Basílica de San Pedro, donde pidió una “paz auténtica, verdadera y duradera” en Ucrania, un alto al fuego inmediato en Gaza y celebró el reciente acuerdo de cese al fuego entre India y Pakistán.
“La inmensa tragedia de la Segunda Guerra Mundial terminó hace 80 años… ahora estamos enfrentando la tragedia de una tercera guerra mundial en fragmentos”, advirtió el pontífice, al tiempo que elevó una súplica a las potencias mundiales: “Nunca más guerra”.
En su mensaje, transmitido en vivo ante miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro, el nuevo líder de la Iglesia católica se refirió con profunda preocupación a la crisis humanitaria en la Franja de Gaza, donde urgió a facilitar el ingreso de ayuda humanitaria y liberar a todos los rehenes.
“Me duele profundamente lo que está ocurriendo en Gaza. Que entre en vigor inmediatamente un alto al fuego”, expresó visiblemente conmovido.
Respecto al conflicto en Ucrania, León XIV dijo llevar en su corazón “el sufrimiento del querido pueblo ucraniano” y pidió que “todos los prisioneros sean liberados” y que “los niños regresen con sus familias”. Sus declaraciones se producen en medio de señales divergentes entre los gobiernos de Volodymyr Zelenski y Vladimir Putin, quienes mantienen posturas enfrentadas sobre un eventual proceso de paz.
Investidura formal y próximos pasos
La investidura oficial del Papa León XIV tendrá lugar el próximo domingo 18 de mayo durante una misa solemne en la Plaza de San Pedro, a la que asistirán jefes de Estado y representantes de distintas confesiones religiosas. El lunes sostendrá su primera audiencia con medios internacionales.
El Papa explicó que eligió el nombre de León en honor a León XIII, pontífice del siglo XIX reconocido por su doctrina en favor de la justicia social. En su primera aparición pública como líder de la Iglesia, también reflexionó sobre los desafíos contemporáneos, incluyendo la inteligencia artificial, que —dijo— hacen hoy más necesaria que nunca a la Iglesia como garante de la dignidad humana.