El huracán Milton, tras su violento paso por Florida, ha dejado al menos 10 fallecidos y más de 2.9 millones de personas sin suministro eléctrico, en medio de un panorama de devastación que sigue creciendo a medida que se evalúan los daños.

Las autoridades informaron que alrededor de 80,000 personas se vieron obligadas a pasar la noche en refugios, mientras que el huracán se adentró en el Atlántico, dejando atrás inundaciones severas en el centro del estado.

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, confirmó en una conferencia de prensa que cinco de las muertes ocurrieron en el condado de St. Lucie, donde tornados asociados al ciclón golpearon la zona el miércoles, mientras que otras dos personas fallecieron en St. Petersburg. A pesar de las cifras preliminares, el mandatario advirtió que la cantidad de víctimas podría aumentar conforme avance el recuento de daños.

Equipos de rescate trabajan contrarreloj para auxiliar a cientos de residentes atrapados por las inundaciones. En el condado de Pinellas, por ejemplo, se logró evacuar a 430 personas de un complejo residencial, donde el agua llegó hasta los balcones de los segundos pisos, según informó el alguacil Bob Gualtier.

Aunque Milton mostró señales de debilitamiento antes de tocar tierra, su impacto ha sido contundente. Las previsiones iniciales de daños materiales se han superado, aunque, según DeSantis, «los peores escenarios» anticipados no se cumplieron.

Más de cuatro millones de clientes se vieron afectados por la interrupción del servicio eléctrico, pero las cuadrillas ya han restablecido el suministro en aproximadamente un millón de hogares.

En la ciudad de Tampa, la alcaldesa Jane Castor aseguró que los daños han sido menores en comparación con lo que se esperaba, destacando que las recientes medidas preventivas, tras el devastador huracán Helene, ayudaron a que los residentes tomaran con seriedad las órdenes de evacuación.

Por otro lado, el gobernador DeSantis y el presidente Joe Biden instaron a los ciudadanos a no caminar por las áreas inundadas debido a los peligros que representan los cables eléctricos caídos y la posible contaminación de las aguas. Esta advertencia fue reforzada por el director de la empresa de servicios públicos de Tampa, quien señaló que el sistema de alcantarillado se encuentra saturado, lo que podría significar riesgos adicionales para la salud pública.

Las autoridades continúan trabajando para restaurar el servicio en las áreas afectadas, mientras que las labores de reconstrucción y limpieza de escombros podrían prolongarse durante semanas. Con más de 1,500 camiones en camino desde Miami para apoyar en las labores de recuperación, el estado se prepara para un largo proceso de reconstrucción.

A pesar de que el huracán se ha alejado de la costa, el Centro Nacional de Huracanes sigue monitoreando las posibles repercusiones de las inundaciones y las réplicas de los tornados en varias regiones del estado, mientras Milton avanza hacia las Bermudas como una tormenta postropical.