El Gobierno de México certificó este martes Taruk, el primer autobús eléctrico totalmente diseñado y fabricado en el país, como parte de su estrategia para fortalecer la industria nacional de electromovilidad y reducir la dependencia de importaciones, especialmente ante los aranceles promovidos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

El vehículo es un desarrollo conjunto de las empresas mexicanas Megaflux y Dina, en colaboración con instituciones académicas como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Durante la ceremonia de presentación, encabezada por el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, se destacó que Taruk representa no solo una innovación tecnológica, sino también una decisión estratégica para la soberanía industrial del país, en un contexto internacional complejo y proteccionista.

Este es un paso fundamental para la industria mexicana de la electromovilidad y un mensaje claro de que México puede competir con cualquier modelo internacional”, señaló Ebrard.

El Taruk, que en lengua yaqui significa «correcaminos», fue diseñado con ingeniería 100% nacional y adaptado para las condiciones del transporte público en las 60 principales ciudades del país.

Características del autobús eléctrico Taruk

  • Capacidad: 60 pasajeros (30 sentados).
  • Propulsión: Sistema 100% eléctrico.
  • Autonomía: Más de 300 kilómetros por carga.
  • Tiempo de carga: Máximo cuatro horas.

Altagracia Gómez, coordinadora del Consejo Asesor de Desarrollo Económico Regional y Relocalización (Caderr), recordó que este proyecto comenzó a gestarse cuando Claudia Sheinbaum era jefa de Gobierno de la Ciudad de México.

Asimismo, aseguró que Taruk busca competir directamente con modelos asiáticos, que actualmente dominan el mercado de autobuses eléctricos a nivel global.

La certificación de Taruk se enmarca en el relanzamiento de la marca «Hecho en México», impulsada por el Gobierno federal para fomentar el desarrollo de industrias estratégicas, como la electromovilidad.

Este avance busca consolidar a México como un jugador clave en la transición hacia el transporte sustentable y la independencia tecnológica en el sector automotriz.