Frente a la amenaza del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer un arancel del 25% a las importaciones provenientes de México, el gobierno mexicano ha optado por una estrategia basada en el diálogo y la cooperación regional, evitando una escalada de tensiones comerciales.
El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, subrayó que aunque México tiene la capacidad de responder con medidas recíprocas, la prioridad es fortalecer la región de América del Norte.
“Podemos fragmentarnos con tarifas y acusaciones, o trabajar juntos para construir una región competitiva y preparada para liderar en el escenario global”, afirmó durante la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum.
La estrategia mexicana se centra en tres ejes clave:
- Estabilidad regional: Promover la cooperación en áreas como seguridad, migración y gobernanza para garantizar un entorno propicio para el comercio.
- Prosperidad compartida: Evitar medidas que encarezcan productos y afecten la producción, como los aranceles propuestos, que podrían perjudicar tanto a México como a Estados Unidos y Canadá.
- Competitividad global: Optimizar las cadenas regionales de suministro, reducir costos y garantizar la posición de los productos norteamericanos en los mercados internacionales.
Apoyo empresarial y comercial
La respuesta de la industria ha sido inmediata. Sectores como el automotriz, aeronáutico, agropecuario y financiero han manifestado su respaldo a la postura de México y han subrayado la importancia de evitar medidas proteccionistas que impacten negativamente en la economía regional.
El comercio intrarregional entre México, Estados Unidos y Canadá alcanzó los 1.77 billones de dólares entre enero y septiembre de este año, una cifra que representa un tercio del Producto Interno Bruto mundial. Este dato, según Ebrard, demuestra el peso estratégico de América del Norte como bloque económico.
Diversificación comercial
Aunque el enfoque principal está en fortalecer los lazos con sus socios norteamericanos, México también acelera esfuerzos para diversificar sus relaciones comerciales. El país busca concluir la modernización del acuerdo con la Unión Europea y reforzar lazos con economías emergentes como Brasil, lo que ampliaría sus horizontes frente a posibles tensiones con Estados Unidos.
El secretario Ebrard concluyó su intervención enfatizando que las amenazas arancelarias no deben dividir a la región, sino motivar una mayor colaboración para garantizar la prosperidad y competitividad de América del Norte en el escenario global.