En el décimo aniversario de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, el presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró su compromiso con la búsqueda de la verdad y la justicia para las familias afectadas.
Durante su conferencia matutina, el mandatario afirmó que su gobierno ha hecho «todo» lo posible para esclarecer el caso, aunque reconoció que la verdad y la justicia aún no han llegado por completo.
«Que les quede muy claro, no hay impunidad para nadie. Hicimos todo por encontrar a los jóvenes y a nadie se le protegió», subrayó López Obrador al referirse a los padres y madres que, a una década de la tragedia, continúan exigiendo respuestas.
El caso de los 43 normalistas desaparecidos en Iguala, Guerrero, el 26 y 27 de septiembre de 2014, ha marcado una herida profunda en la historia reciente de México, y la promesa de esclarecer los hechos ha sido un tema recurrente a lo largo del sexenio de López Obrador.
A solo unos meses de concluir su mandato, el presidente enfatizó que, pese al tiempo que resta, seguirá trabajando hasta el último día de su gestión para intentar dar con el paradero de los jóvenes.
«La verdad siempre se abre paso, la justicia tarda, pero llega», sostuvo.
Asimismo, expresó su confianza en la futura presidenta, Claudia Sheinbaum, de quien dijo que dará continuidad a la investigación debido a su «sensibilidad» ante el tema.
En una carta enviada previamente a las familias de los normalistas, López Obrador reiteró su compromiso de no permitir que el caso caiga en el olvido y aseguró que la próxima administración continuará los esfuerzos para esclarecer los hechos.
Protestas y medidas de seguridad
En el marco de las conmemoraciones, miles de manifestantes, incluidas las familias de los 43 estudiantes, se congregarán este jueves en la Ciudad de México para exigir justicia. Ante las manifestaciones, el gobierno ha implementado un dispositivo de seguridad en el Zócalo capitalino, con el fin de prevenir actos de violencia y proteger los edificios históricos, como la Catedral Metropolitana y el Palacio Nacional.
López Obrador, sin embargo, aseguró que las medidas no tienen un carácter represivo y que se respetará el derecho de los familiares y manifestantes a expresar su dolor y exigir justicia.
«Hay que comprender lo que significa la pérdida de un ser humano, más aún cuando se trata de un hijo», comentó.
El presidente advirtió sobre la presencia de «provocadores» que, bajo el pretexto de apoyar las demandas legítimas, podrían intentar generar disturbios.
«Hay oportunistas, conservadores, de esos que se cubren el rostro y buscan hacer daño. Pero nuestro gobierno no ha reprimido ni reprimirá», concluyó.