En su conferencia de prensa matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador se distanció de la controversia que rodea la posible asistencia del mandatario ruso, Vladimir Putin, a la toma de posesión de Claudia Sheinbaum el próximo 1 de octubre.
«Nosotros no podemos hacer eso, no nos corresponde. Estamos en contra de la guerra, estamos a favor de la paz», declaró el presidente, dejando claro que su Gobierno no tiene la intención de intervenir en la decisión de Putin de aceptar o no la invitación.
Las declaraciones del presidente surgen en medio de la polémica generada por la convocatoria general extendida por Sheinbaum a todas las naciones con las que México mantiene relaciones diplomáticas, incluyendo a Rusia.
Este gesto ha captado la atención de la prensa internacional, dado que Putin enfrenta una orden de aprehensión emitida por la Corte Penal Internacional (CPI) debido a la invasión rusa en Ucrania.
México, como miembro de la CPI, ha generado expectativas sobre cómo manejará esta situación diplomática.
López Obrador subrayó que la invitación se enmarca en la política diplomática tradicional de México, mencionando ejemplos pasados donde países como Rusia han participado en eventos nacionales sin mayores incidentes.
«Ya lo explicó la presidenta electa, México tiene relaciones con casi todos los países del mundo», afirmó, defendiendo la apertura diplomática del país.
Sin embargo, el presidente fue enfático al descartar la participación de Ecuador y Perú, argumentando que existen diferencias con los gobiernos de esos países.
«Ahora no hay relaciones con Ecuador, porque invadieron nuestra embajada, y no hay tampoco buenas relaciones con el Perú», explicó, aunque precisó que esta postura no afecta el respeto y la relación con los pueblos de esas naciones.
Hasta el momento, Sheinbaum no ha confirmado la asistencia de Putin ni de otros líderes mundiales como el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, o el presidente venezolano, Nicolás Maduro.
Tampoco se ha pronunciado sobre la presencia del rey de España, Felipe VI, en el evento, en un contexto donde persisten las tensiones por las demandas históricas de disculpas por la conquista española, reiteradas por López Obrador desde 2019.
La invitación de Sheinbaum sigue bajo escrutinio, con la expectación de cómo se desarrollará la ceremonia y qué líderes internacionales estarán presentes.