Ciudad de México.- El presidente Andrés Manuel López Obrador ha declarado que la economía de México se mantiene «muy fuerte» pese a los recientes movimientos del mercado, que incluyen la depreciación del peso mexicano frente al dólar y las fluctuaciones en la Bolsa mexicana tras la victoria de Claudia Sheinbaum en las elecciones presidenciales del pasado domingo.

Durante su conferencia matutina, López Obrador sugirió que las cúpulas empresariales podrían estar detrás de los movimientos del mercado, manifestando que no piensan en el bienestar del país.

«Todo lo que hacen no es espontáneo. Les pido a las clases medias que no hagan caso a las recomendaciones de que hay que comprar dólares porque va a ir mal. La economía de México está muy fuerte», afirmó el mandatario.

El presidente resaltó varios indicadores económicos para subrayar la solidez de la economía mexicana. Entre ellos, mencionó la caída de la inflación, la baja tasa de desempleo y el aumento de los salarios durante su administración. Además, destacó que México es el principal socio comercial de Estados Unidos, con récords en exportaciones recientes.

López Obrador también abordó la preocupación de los inversores tras la victoria de Sheinbaum, indicando que los vaivenes en la depreciación del peso son naturales y no necesariamente reflejan una crisis económica. Recordó que, tras su propia victoria en 2018, también se registró un incremento del dólar frente al peso.

«El peso sigue siendo la moneda que más se ha fortalecido en el mundo frente al dólar. Estábamos muy acostumbrados a niveles buenos, pero cabe recordar que estamos muy lejos de la depreciación experimentada durante la pandemia», aseguró.

Para calmar los temores de los inversores internacionales, tanto la administración actual como la entrante han emitido mensajes de estabilidad. Claudia Sheinbaum ha confirmado la continuidad de Rogelio Ramírez de la O como secretario de Hacienda, y ha mantenido conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial para asegurar una transición sin contratiempos.