La sonda espacial europea Juice ha alcanzado un nuevo hito en su misión hacia Júpiter al realizar con éxito la primera maniobra de asistencia gravitatoria combinada Luna-Tierra, un logro sin precedentes en la exploración espacial. Esta delicada operación, ejecutada con precisión quirúrgica, ha permitido a Juice redirigir su trayectoria utilizando las fuerzas gravitatorias de la Luna y la Tierra, ajustando su rumbo hacia Venus en su extenso viaje de ocho años hacia el gigante gaseoso.

Ignacio Tanco, director de operaciones de la misión, describió la maniobra como «extremadamente arriesgada», destacando la precisión requerida para completar este sobrevuelo. «Es como atravesar un pasillo muy estrecho a gran velocidad, con un margen de error mínimo», explicó Tanco, subrayando el éxito de la sonda en este desafío técnico.

El sobrevuelo comenzó el 19 de agosto con un acercamiento a solo 750 kilómetros de la Luna, seguido por un paso a 6,840 kilómetros sobre la Tierra el 20 de agosto. Estas maniobras, además de redirigir la nave, ofrecieron la oportunidad de probar y calibrar los instrumentos científicos de Juice, que capturaron imágenes y recopilaron datos durante el trayecto.

Este logro marca el inicio de una serie de asistencias gravitatorias necesarias para llevar a Juice a su destino final en Júpiter, donde estudiará tres de sus lunas heladas: Calisto, Europa y Ganímedes, en busca de océanos subterráneos de agua líquida. La sonda continuará su viaje con futuras maniobras alrededor de Venus en 2025 y dos asistencias más con la Tierra entre 2026 y 2029, con la llegada a Júpiter prevista para 2031.

A pesar de un par de contratiempos menores, el equipo de la Agencia Espacial Europea (ESA) calificó la maniobra como un éxito rotundo, destacando la importancia de esta operación en la prolongada misión de Juice, que promete revelar nuevos secretos del sistema joviano.