Por Vicente Guerrero
La Orquesta Sinfónica de la UANL hizo que miles de asistentes se embelesaran al máximo en la Arena Monterrey al llevarles de la mano a un estadio de alegría y éxtasis.
Eduardo Díazmuñoz, director del ensamble universitario, fue el artífice visible de más de dos horas de música que hizo las delicias de chicos y grandes, adultos mayores, pero muy especial a los más pequeños que acompañaron a sus papás, pues se preparó una obra clásica y ad hoc a los deseos de la comunidad que busca remansos de tranquilidad.
David Rodríguez de la Peña, actual director del Conservatorio Nacional de Música, al piano, fue el encargado de abrir con su talento el esperado concierto especial titulado Fantasía Coral y Novena Sinfonía.
La maestría de Rodríguez de la Peña en el instrumento logró hacer que el público entrara de lleno en un estado de complacencia único y festivo.
Y es que la intención del director fue hacer que la música de Ludwig van Beethoven sirviera de bálsamo ante una realidad que no es la mejor; situaciones de pandemia, condiciones de sequía, escasez de agua y otras muestras de una realidad social nada halagüeña hacen que las audiencias pidan espacios de entretenimiento capaces de servir de escapatoria temporal.
Músicos y director lanzaron un llamado a la unión de la humanidad a través de la música.
“Una parte central de la obra es el mensaje de hermandad en la humanidad. Éste llega en un momento idóneo, porque aunque las guerras no se programan, ahora coincide y (la Novena) es un bálsamo para lo que estamos viviendo, no solo en Monterrey, sino en el mundo”, dijo Díazmuñoz, previamente al concierto.
Para quienes fueron por primera vez a escuchar los acordes de la OSUANL, seguramente representó el mejor momento para acercarse a la bella música, porque solo escuchar los acordes de la obra de Beethoven significó, en cierto grado, reconciliarse con la humanidad.
Para quienes la siguen en sus acostumbrados conciertos de los jueves en el Teatro Universitario, resultó la forma de constatar la calidad de su formación.
Sí fue inusual para mucha gente sentarse a escuchar la música clásica, pero igualmente disfrutable, pues la fiesta inició desde antes con la bebida y alimentos, como pasa en cualquier otro recital en este coloso de los espectáculos en Monterrey.
En el espectáculo, la OSUANL estuvo acompañada del Coro Nuevo León, así como de un grupo de voces solistas, tanto jóvenes como experimentadas: las sopranos Yvonne Garza y Sofía Picaso; la mezzosoprano Alejandra Gómez; los tenores Sergio Blazquez y Sergio Soto y el bajo Noé Colín, reconocido por una amplia carrera en escenarios internacionales y quien vuelve a México tras varios años de ausencia.
Con ello, lo más importante que hay que decir ahora es que esta no será la última vez que a la OSUANL se le escuche en este lugar, pues se prepara ya un concierto especial con música de película. Pongámoslo en la agenda.