Por: Jorge Maldonado Díaz
Luego de la marcha llevada a cabo por decenas de mujeres, este domingo, trabajadores contratados por el Gobierno del Estado comenzaron con las labores de limpieza en el área de la Macroplaza.
Los trabajadores estaban enfocados en quitar todo el grafitti de pisos, muros y monumentos en la Explanada de los Héroes, frente al Palacio de Gobierno.
Para poder quitar toda la pintura de los objetos protegidos por Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), tuvieron que utilizar material especial para la restauración.
De acuerdo con los empleados contratados, para poder limpiar todo se llevarán dos semanas aproximadamente.
“Realmente lo más importante es el grafiti de monumentos, es que sí hubo cosas como escalones quebrados, cosas así, pero de ahí en fuera puro grafiti, nada que no se pueda recuperar”, dijo Carlos Leal, trabajador de la empresa Simplex.
Quien lució otra cara fue el Palacio de Gobierno ya que las vallas metálicas de acero que habían instalado las autoridades fueron retiradas.
De acuerdo con el personal de Gobierno, los trabajos se realizaron durante la madrugada, luego de que las mujeres se retiraron por completo del lugar.
Estas barricadas fueron de mucha ayuda, ya que las mujeres prendieron fuego, por fortuna el incendio no causo daños a las instalaciones del Palacio de Cantera como en otros años.
Las huellas de los embates de las mujeres durante la marcha del ocho de marzo podían apreciarse por calleas del centro de la ciudad, en donde algunos trabajadores también se daban a la tarea de desaparecer las pintas que realizaron.
En algunos comercios que sufrieron actos de vandalismo, los propietarios se daban a la tarea de reparar los vidrios rotos de las ventanas que fueron destrozadas.
“Es injusto, que protesten todo lo que quieren están en su libre derecho, pero porque afectar a terceros, nosotros que daños les hemos hecho, dicen que para hacerse notar, se manifiestan contra la violencia, cuando ellas generan violencia, dijo uno de los afectados que prefirió omitir su nombre.
Sobre la barda sobre la calle Zuazua, en donde se ubica el Museo Marco aún se podía observar el tendedero que pusieron las mujeres.
Este espacio fue utilizado para poner los nombres de algunos de los agresores de mujeres junto con algunas frases de apoyo.