San Pedro Garza García, NL.- El impacto de la contaminación del aire en la salud de niñas y niños de 0 a 4 años del área metropolitana de Monterrey será el enemigo común para la Universidad de Monterrey y la Fundación Horizonte Ciudadano.
Ambas instituciones firmaron un convenio de colaboración el pasado 4 de diciembre de 2020 para establecer la iniciativa Aires Nuevos para la Primera Infancia, que tuvo como primera acción la instalación de una red de monitores de medición de calidad del aire en cinco unidades CENDI (Centros de Desarrollo Infantil) de educación inicial.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que cerca de 1 por cada 10 muertes en niños y niñas menores de 5 años está asociada a la mala calidad del aire.
Aires Nuevos forma parte del proyecto Convergencia para la Acción: Red de Líderes por un Comienzo con Futuro, que está compuesta por más de 80 líderes de 18 países de América Latina, en busca de generar información sobre calidad del aire y el diseño e implementación de intervenciones a nivel local para disminuir la exposición de niños y niñas a la contaminación del aire.
Hortencia Ruiz Velasco, directora del Centro de Sostenibilidad, quien es el enlace de la UDEM en el proyecto, señaló que los datos sobre calidad del aire que se recopilen se instituirán como información pública, por lo que la iniciativa pondrá los datos a disposición de la ciudadanía y de los Gobiernos municipales para adoptar medidas eficaces a favor de la niñez.
“Este aire que estamos respirando mal en México, en Chile, en Colombia, en Brasil, en toda Latinoamérica, les está causando serios problemas de salud a niños y niñas”, subrayó.
De acuerdo con la directiva universitaria, se instalaron cinco monitores en cinco centros CENDI, cuatro de ellos en el municipio de Monterrey y uno en San Nicolás de los Garza, que apoyaron la logística de la instalación de la red de monitoreo a través de Bernardo Aguilar, de las unidades CENDI.
La UDEM, con quien se ha realizado el único convenio en el país en la iniciativa Aires Nuevos, contribuirá con entregar mensualmente reportes de monitoreo de la calidad del aire, promover la investigación y brindar apoyo técnico a la municipalidad para la implementación de la iniciativa, así como para la evaluación y diseño de intervenciones a desarrollar a nivel local.
“La idea es que nosotros generemos el reporte, hagamos la evidencia y hagamos el enlace con los alcaldes de los municipios en donde están los monitores; con esa evidencia, los alcaldes emprenden acciones”, indicó.
Los primeros cinco monitores fueron instalados en los CENDI de las colonias Felipe Ángeles y Genaro Vázquez (cuyas unidades llevan el mismo nombre de las colonias), Fomerrey 112 (unidad José Martí) y Burócratas Municipales (unidad Diana Laura Riojas de Colosio), en Monterrey, así como en la colonia Villa Universidad (unidad Jean Piaget), en San Nicolás de los Garza.
Adicionalmente, la UDEM impartirá el Curso de Educación para la Sostenibilidad: Ecología y Bienestar a 85 empleados de 13 CENDI, a partir del 2 de febrero y durante siete martes, sobre temas de sostenibilidad, lo que también es uno de los primeros resultados de esta alianza.
El curso, dentro del programa FOMCEC Universidad de Monterrey, se extenderá a los participantes del resto de Convergencia para la Acción: Red de Líderes por un Comienzo con Futuro, en las sedes de Chile, Ecuador, Brasil, Argentina, Panamá, Bolivia, Perú, Colombia, El Salvador, Paraguay, Uruguay, Honduras y Guatemala.
Ruiz Velasco destacó que, en la actualidad, los sistemas de monitoreo de calidad de aire existentes en Latinoamérica, en su mayoría, han sido emplazados con base en criterios geográficos generales, y no sobre la relación de las personas –y de la primera infancia como sujeto que habita el entorno– con el espacio físico.
“Este punto afecta la posibilidad de generar procesos de toma de decisión ajustados a las realidades cotidianas de la ciudadanía, incluyendo a niños y niñas, y a los modos en que la contaminación afecta su vida y sus posibilidades de desarrollo”, advirtió.
Ruiz Velasco estableció que organismos como UNICEF y la OMS señalan que la exposición prolongada a contaminantes en el aire durante la primera infancia conlleva mayores riesgos de enfermedad, muerte y alteraciones en el desarrollo, que se observan incluso desde la gestación.